Obesidad infantil, un problema que incrementa

La pandemia por covid-19 ha venido a detener la movilidad en los niños. El sedentarismo infantil se aliviaba con el ir y venir a la escuela, las actividades extracurriculares o las salidas con los amigos, sin embargo la contingencia sanitaria llevó a acrecentar el problema de la obesidad.

Según la UNICEF, 1 de cada 20 niñas y niños menores de 5 años, y 1 de cada 3 entre los 6 y 19 años, padece sobrepeso u obesidad. Esto coloca a México entre los primeros lugares en obesidad infantil a nivel mundial, problema que se presenta más a menudo en los estados del norte y en comunidades urbanas.

La doctora Ana Lilia Rodríguez Ventura, investigadora en Ciencias Médicas del Instituto Nacional de Perinatología, dice que, el hecho de que los niños no salgan ni a la escuela que permitía realizar por lo menos cierto número de pasos, influye para que aumenten de peso.

"Ahora están en casa sin hacer otro tipo de actividad más que ver televisión o estar sentados, y esto incrementa su peso en exceso, sino es que ya lo tenían".

El comer en demasía y la falta de ejercicio no es la única causa de los kilos de más, menciona que por años se ha pensado que el ser sedentarios, no movernos y comer excesivamente también lo puede generar, pero los últimos estudios demuestran que intervienen otras causas como: el no dormir bien u omitir comidas.

La especialista refiere que el mal dormir no deja ánimos para ejercitarse, pero también el saltarse las principales comidas, (desayuno, comida o cena), lo cual provoca que el cuerpo entre en un tipo de crisis y genere grasa. Otro factor que influye en el crecimiento de esta enfermedad, es el vivir con ansiedad o en estado de depresión.

De la infancia a la vida adulta

Rodríguez Ventura, quien fue becada por la UNAM y Fundación Harvard en México para realizar un posgrado en Diabetes, resaltó que las mujeres primigestas llegan a la mitad de su embarazo con exceso de grasa y eso va a marcar a sus hijos.

Refiere que, si las mujeres se embarazan en esa condición de exceso de grasa, van a tener un ambiente uterino que va a causar inflamación, y como el ser humano se está formando va a tener limitaciones en su crecimiento, son niños que a temprana edad van a tener obesidad, diabetes, colesterol alto, hipertensión, siendo una situación que las personas no logran dimensionar.

"Pocas personas entienden que el exceso de grasa causa una inflamación generalizada en nuestro cuerpo, y este va dañando, riñones, pulmones, páncreas, hígado, solo es cuestión de tiempo para ver las complicaciones. Por sí solo es una enfermedad crónica que se debe de atender".

La doctora Rodríguez Ventura, quien además cuenta con más de 25 publicaciones en revistas internacionales, afirma que es de vital importancia que las personas tengan conocimiento sobre qué es una alimentación saludable.

"A veces sí se entiende qué es la comida chatarra, o lo que son los productos procesados, pero como se está viviendo tan apresuradamente sin tiempo para preparar alimentos, se deja de lado aquello que realmente nutre como fruta, verdura, leguminosas y las semillas como cacahuate natural, nueces, almendras y pistaches".

Recalca que es necesario exhortar a la sociedad para que en lugar de gastar en comida procesada, se organicen como familia y compren lo que sí nutre tanto a los padres como a los hijos.

¿Qué problemas tiene en la vida adulta un niño obeso?

Se ha demostrado que cuando un niño tiene obesidad, aun cuando de adulto tenga un peso normal, puede llegar a presentar problemas cardiovasculares, derrame cerebral o diabetes.

"Tiene mayor riesgo porque en un momento de su vida siendo niño la irrigación no llegó correctamente a los órganos, entonces estos quedan como dañados y cuando crecen con peso normal, pueden presentar algún riesgo, claro, hay mayor riesgo si se continúa en obesidad".

Ante esta situación, la doctora Rodríguez dice que se ha visto que la dinámica familiar es muy importante, "en México hay mucha violencia en las familias y eso marca a los hijos. Hay estudios que señalan que el abandono de parte de alguno de los padres o de los dos (no solo físicamente), va a generar ansiedad crónica en los niños que los va a alterar en el apetito, ya sea para comer en exceso o no comer nada. Debe de ir muy bien equilibrado el amor y el afecto, incluso demostrarlo desde el útero".

Fue en 2017 que la doctora obtuvo una beca por parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)en la categoría Problemas Nacionales, la cual se centra en la prevención y tratamiento de adiposidad y diabetes en familias por lo que nació el programa Sacbé (palabra maya que significa camino blanco).

Dicho estudio demuestra que la mayoría de los niños latinos tienen diabetes tipo 2, "eso es muy triste porque desde 1990 se ha visto que se presenta en gente joven de 20 y 30 años y también en niños de 8 y 10 años".

En este programa familiar integral participan médicos, nutriólogos y psicólogos, para atender a las familias, ya que se sabe que quien decide qué se compra, así como los horarios para comer son los papás. Y al evaluar por igual a mamá e hijo, se han logrado buenos resultados.

Señala, que ante la situación de la pandemia se ofrecen talleres virtuales, pero la atención personalizada se realiza en la Ciudad de México y se espera en breve abrir un espacio en Zacatecas, lo cual quedó en pausa por la situación de contingencia.

"Invitamos a las familias que estén conscientes que el tener exceso de peso es una enfermedad crónica. El programa es gratuito y está financiado por Conacyt y el Instituto Nacional de Perinatología para quien desee ingresar", concluyó.