¿Qué estrategias tuvieron que implementar para poder afrontar la pandemia? Es lo que se le pregunta al ingeniero Indalecio Medina Hernández, rector de la Universidad Politécnica Región Laguna (UPRL), al hablar sobre los retos en materia de educación que se presentaron por la crisis sanitaria producto de la pandemia por covid-19.
Han pasado seis meses desde que las indicaciones de las autoridades fueron permanecer en casa. El ingeniero comenta que al inicio de la pandemia sí batallaron, ya que debido a que su modalidad es cuatrimestral, pensaron que para el periodo mayo-agosto se podría regresar nuevamente a las aulas, pero no fue así. Por lo que tuvieron que idear una manera de seguir en contacto con sus alumnos mientras impartían las clases correspondientes.
Primero, implementaron un sistema interno pero se percataron que no era el tamaño adecuado, así que probaron con otras plataformas hasta finalmente decidir utilizar Google Classroom. Sus alumnos, en su mayoría, debían conectarse a través de sus teléfonos celulares, por cuestiones de conectividad y acceso a dispositivo electrónicos.
“Era la mayor posibilidad con un celular, los jóvenes en un porcentaje mayoritario lo utilizaban ya de manera ordinaria y bajo Google Classrom creímos que era la manera más adecuada”, comenta el rector.
Tomando en cuenta que la cobertura del Internet no es la más adecuada, debido a la zona en la que se encuentra la universidad, optaron por apoyar a los estudiantes que tuvieran problemas de conectividad. Se asignaban tareas por semana y los maestros se convirtieron en tutores con atención personalizada para revisar quién sí podía conectarse a las clases, quién no y cuáles complicaciones tenían para hacerlo.
“Los dispositivos móviles son los que nos han ayudado a mantener el contacto con los jóvenes”, afirma el ingeniero.
Asimismo, explica que como universidad están conscientes de la situación económica que se derivó por la pandemia, en la que los ingresos familiares se mermaron por el detenimiento de ciertos sectores económicos. Y su principal reto se convirtió en evitar los casos de deserción estudiantil.
“Sí hemos tratado que esos factores no sean detonantes en el incremento de la deserción, por lo que es esa necesidad. Pero afortunadamente los casos se han ido atendiendo y quienes han incurrido en esa situación se les está dando la oportunidad de recusar sus estudios en el nivel en donde llevan acreditadas las asignaturas, para que no se pierda lo que llevan de avance, por esta situación”.
Si bien los alumnos que se encuentran en estadías y pasantías sí acudían a la universidad para poder realizar proyectos, tomando en cuenta las instalaciones óptimas con las que cuentan en la institución, con los cuales obtienen certificaciones que avalan su conocimiento no solo dentro de la universidad sino ante empresas y posibles propuestas de trabajo, el rector espera poder comenzar con un modelo educativo híbrido que les permita a los estudiantes reforzar los conocimientos adquiridos durante los cuatrimestres pasados.
En la UPRL continúan laborando y esforzándose por mantener el contacto con sus alumnos y lograr que adquieran los conocimientos esenciales que conforman su tiro de materias.
“La deserción es el factor que no queremos, que no se trunquen las expectativas del desarrollo personal de los estudiantes y sus familias por esta situación de la pandemia y la falta de conectividad por parte del estudiantado”, finaliza el rector de la universidad.
EGO