La osteoporosis es una enfermedad que se puede prevenir o retardar su aparición con medidas preventivas, y para ello es importante comenzar desde corta edad consumiendo alimentos nutritivos, así como realizar actividad física que fortalezca el desarrollo de los huesos.
La Secretaría de Salud (SS) en México, dio a conocer en un informe que el consumo diario de alimentos ricos en calcio, como son los derivados de lácteos en todas sus presentaciones, verduras de hoja verde oscuro, pescados blancos y azules como salmón o atún, mariscos, amaranto, ajonjolí y almendras, entre otros, deben de ser parte de la dieta desde los primeros años de vida.
El objetivo primordial de tratar la osteoporosis es prevenir fracturas y su consecuente discapacidad, ya que ésta es una enfermedad crónica multifactorial que no causa dolor ni síntomas; afecta la macro y micro estructura del hueso, lo que aumenta su fragilidad y el riesgo de fractura.
En el documento que comparte la SS, explica que tienen más riesgo de desarrollar osteoporosis las personas con factores genéticos y las mujeres que tienen un periodo corto de exposición a estrógenos, es decir, que presentan la menopausia a una edad temprana.
Otros factores que influyen son la desnutrición en los primeros años de vida, el sedentarismo y la falta de ejercicio, la falta de exposición al sol, padecimientos como la artritis reumatoide y el consumo prolongado o excesivo de algunos medicamentos como esteroides o antiepilépticos.
La osteoporosis se detecta con examen de densitometría ósea en columna o cadera. Sin embargo, por lo general las personas saben que padecen esta enfermedad hasta que sufren una fractura por fragilidad ósea.
Los tratamientos son individualizados e integrales y se determinan previa evaluación médica. El tipo de medicamentos que se prescriben depende de la edad, del grado de desmineralización del hueso, de posibles enfermedades asociadas y del desarrollo de la masa muscular, entre otras características.
Deben indicarse además suplementos de calcio y vitamina D, una dieta con base de alimentos que aporten dichos requerimientos, así como ejercicio dirigido, exposición responsable al sol y medidas para prevención de caídas.