Para el siguiente ciclo escolar será importante diagnosticar los aprendizajes alcanzados por los alumnos en el ciclo 2019-2020, pero también cómo regresan al nuevo ciclo, cómo se encuentran tras el confinamiento que han experimentado y permitir que expresen sus emociones.
Laura Pizaña Samaniego, supervisora escolar de la zona 143 en Gómez Palacio, Durango, subraya que se requiere saber cómo están los alumnos, en qué condiciones regresan, cuáles fueron las relaciones que establecieron con su familia y, cómo les afecto el confinamiento.
Si el diagnóstico es completo, agregó, entonces podremos ofrecer lo que tanto anhelamos los docentes: ofrecer un servicio educativo de calidad.
"Uno de los retos que tenemos es el seguir preparándonos en el manejo de tecnologías que permitan una comunicación efectiva con los alumnos para en caso necesario trabajar con ellos a distancia. Sabemos las carencias de nuestros alumnos y que no todos cuentan con internet ni dispositivos tecnológicos, pero aun así es necesario avanzar en la capacitación".
Por lo pronto, la supervisora como el resto de los docentes, esperarán si las condiciones se dan para el regreso presencial, lo que depende de que el semáforo coronavirus se encuentre en verde. Mientras eso sucede, se esforzaran en la capacitación y el diseño de estrategias para lograr una comunicación efectiva con los alumnos.