En todo momento se están buscando nuevas estrategias en materia educativa. La crisis sanitaria replanteó el camino que se debe de seguir respecto a la educación. Maestros y maestras tuvieron que adaptar sus métodos de enseñanza con el fin de seguir apoyando a sus estudiantes.
Aldor Alaín Pérez Díaz, maestro de secundaria en el área de matemáticas, es el claro ejemplo del esfuerzo y dedicación que tienen los maestros y maestros para adecuarse a los intereses y gustos de sus alumnos con el propósito de lograr que se involucren en el estudio.
El tener que tomar clases en línea significó un contexto completamente diferente al que tanto docentes como alumnos estaban acostumbrados; buscar nuevas estrategias para afrontar lo que significó dejar de acudir a las aulas. Sin embargo, el maestro comenta que desde antes de la crisis sanitaria él ya había establecido dinámicas para lograr captar la atención de sus alumnos.
“Desde antes (las implementaba) porque doy matemáticas, teníamos que buscarle la manera de cómo hacerle las matemáticas divertidas, que les llamara la atención y que vieran alguna aplicación en su vida diaria, entonces, ahí fue combinándose poco a poco, metiendo recursos”.
El reto de educar mediante clases virtuales, para el profesor, es una oportunidad de adaptarse a los nuevos tiempos. Su vocación lo llevó a desarrollar su creatividad pedagógica al máximo para poder estar a la par del mundo virtual en el que sus alumnos y alumnos están inmersos.
Para él, “es hacer una sinergia entre la formación docente, los recursos tecnológicos y la inclusión en las tendencias virtuales que hay para formar una nueva dinámica para la enseñanza y el aprendizaje, porque como ahora los muchachitos están empapados en tecnología, nos roban untos”.
Dinámicas que emplea
Guiado por conseguir cautivar a sus alumnos a través de las matemáticas, las dinámicas que ha implementado es realizar marionetas, títeres, presentarles actos de magia y, “que mi material didáctico tenga mucho color porque el color es lo que atrae la mirada”.
Además, “es tener actitud positiva, iniciando las clases les digo: vamos a estar al 100 por ciento, vamos a echarle muchas ganas y dar lo mejor de nosotros”, comenta el profesor.
El estar todo el tiempo en casa puede ser frustrante para los estudiantes, por lo que, acciones como las de Pérez Díaz, se convierten en una distracción del encierro y el cansancio, aunado a que no solamente pueden percibirlo como algo nuevo o atractivo, sino que también estudian.
En dos ocasiones se ha disfrazado frente a sus alumnos. La primera, simuló ser Baldor, matemático autor del libro Álgebra de Baldor, debido a la similitud con su propio nombre. En la segunda ocasión, portó la máscara que utiliza el DJ Marshmello porque sus alumnos le recomendaron su música. “Si en un futuro me piden algo nuevo, vamos a darle por ahí también”.
“Les pongo música clásica porque sabemos que nos ayuda a conectar, hay neuronas para que el aprendizaje se dé mejor. Pero el viernes les pongo lo que es: pídela y escúchala, los niños me ponen su música y veo sus gustos musicales y ellos se sienten a gusto escuchando su música y trabajando”.
De esa manera, también puede conocer a sus alumnos, otro de los propósitos del maestro. Para Pérez Díaz, las actividades que implementa motivan a sus alumnos y alumnas a estar atentos en las clases y, sobre todo, busca interactuar con ellos para que su proceso de aprendizaje sea lo más didáctico posible al conseguir captar su atención y que se sientan animados incluso en clases virtuales.
“El espíritu docente que uno ya lleva, la formación y las ganas de solidaridad con los papás, porque sabemos que los papás también la están sufriendo mucho, entonces hay que hacer una sinergia también con ellos para poder darnos la mano; papás, alumnos y maestros para que esta pandemia pase lo más suave posible” finaliza el maestro de matemáticas.