El hogar se convirtió en el espacio en donde se llevan a cabo todas las actividades del día día: escuela, trabajo, ocio y descanso. Para muchos, puede ser complejo el saber separar lo educativo y laboral del tiempo para disfrutar en familia o distraerse. Por ello, se presentan algunas recomendaciones para poder lidiar con la confusión de que el hogar sea la nueva escuela.
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La psicóloga Bertha Alicia Peña comenta que el tener que convertir la casa en el centro de todas las actividades es complicado, en donde puede ser difícil respetar los límites que separen la escuela del descanso, las responsabilidades cotidianas y el deporte.
“Considerando que es un desarrollo integral, sus tiempos de desconectarse de la escuela incluso hasta de sus clases extracurriculares, aparte de eso su espacio libre entonces el hecho de que todo se tenga que hacer dentro de casa pareciera que todo está sin estructura”.
Los niños y niñas se enfrentan a tomar sus clases desde un espacio en donde están en constante contacto con los distractores propios del hogar, como la elaboración de alimentos, el aseo de la casa o el ruido que hagan las personas con las que viven, por lo que, para la psicóloga, la sensación de caos se puede hacer presente en los niños y niñas.
“Por supuesto que impacta, porque si tú usabas tu casa para la tranquilidad, ahora ya es tu oficina, tu espacio para jugar, hasta para entrenar. Por supuesto que genera ansiedad, desorden emocional de no saber hasta dónde poner límites o poder separar dentro de mi hogar que ya es también una escuelita”.
Comenta que la función de los padres y madres de familia es vital importante para lograr estructurar un espacio de trabajo específico del que se puedan desconectar los niños y niñas, pero, al mismo tiempo, generar dentro de la casa otro espacio para la diversión o el descanso.
“Ahorita resulta muy complicado. Tal vez hay muchas alternativas, retirarlo de la compu, ponte a jugar, darle algún snack, se requiere mucho del apoyo de quien está a cargo de los niños y niñas”. Además, realizar actividades manuales como elaborar rompecabezas, platicar con ellos después de terminar sus clases y que cooperen con las labores de la casa, se pueden emplear como una manera en la que se desconecten de sus pendientes educativos.
Sin embargo, la psicóloga explica que hay muchos padres y madres de familia que ya tuvieron que regresar a trabajar, por lo que el cuidado de los niños y niñas queda en manos de hermanos, abuelas o tíos, y el buscar un espacio de descanso dentro de la propia casa se vuelve más complicado.
“Lo más recomendable es la presencia, el interactuar, el convivir, el participar, pero la realidad es que suena muy interesante pero ahorita lo que nuestras familias están viviendo es muy complicado, para muchos así es”. Así que el apoyo de los que cuiden a los niños y niñas es importante para poder realizar acciones que logren distraerlos de su escuela, para poder mantener los límites dentro del hogar y buscar que se genere una estructura que sea apta para todos los que habitan la casa.
“No bajemos la guardia y darnos cuenta que nos enfrentamos todos a la sensación de estrés, de angustia y cada quien lo va a manejar diferente. Si empezamos a detectar que el niño o la niña se muestran diferentes, ansiosos, renuentes, sí hay que aterrizar y pensar qué está sucediendo e involucrarnos y cambiar la dinámica, dentro de nuestras posibilidades”, finaliza.
RCM