En la mayoría de las carreras universitarias llega el momento en que le piden al estudiante que redacte un texto. Ya sea un reporte de una práctica, un ensayo sobre un libro o una investigación acerca de una corriente artística. Para algunos, escribir no les quita el sueño pero, para otros, se convierte en una verdadera batalla.
Para Carlos Pacheco Blanco, maestro de guionismo, el que un texto esté correctamente redactado radica en dos aspectos: fondo y forma. El primero, es el requisito de cómo se ve, es decir, un tamaño adecuado de sus párrafos, signos de puntuación donde deberían estar, palabras que no sean repetitivas.
El segundo, consiste en las ideas del texto: congruencia como un todo, una idea por párrafo o una idea principal y secundaria, un cierre, una propuesta enriquecedora enfocada en el tema a tratar.
En palabras sencillas, al hablar de un escrito correctamente redactado se asemeja a tener un platillo con comida, para que la experiencia sea ideal, debe verse y saber delicioso.
¿Es mala fama o realmente a los jóvenes no les interesa escribir correctamente? “Siempre es malo generalizar, hay alumnos que he considerado muy involucrados con su educación y que dan este valor a la buena redacción, consideran que es importante, que es una habilidad que deberían desarrollar, también hay otros que no les importa realmente y que van a seguir escribiendo en este tipo de lenguaje bizarro”.
El maestro universitario, quien también da clases de redacción y periodismo escrito, explica que influye en la intención de redactar correctamente tanto la educación escolar como los intereses individuales, ya que, suele ocurrir que a los estudiantes se les permite incluso llegar hasta universidad sin herramientas de redacción.
“Darle esa formalidad, que lo hagas en el sentido de la comunicación escrita va a perdurar, queda por mucho tiempo el registro. Eso te hace todavía más responsable de lo que estás escribiendo. También creo que es una habilidad necesaria, que no lo hagas nada más porque vas a tener un 10 o porque se vea bien el trabajo, sino porque es una habilidad que te va a ayudar en tu vida laboral”.
Beneficios de escribir constantemente
Pacheco Blanco comenta que escribir es una herramienta fundamental para el desarrollo del pensamiento crítico. Además, practicar el ordenar las ideas para poder plasmarlas en papel puede facilitar la elaboración de diversas tareas sin importar la carrera que se esté cursando.
Para él, escribir no es solamente una habilidad que deberían tener los escritores, periodistas o comunicólogos, sino que, cualquier persona tendría que desarrollarla en pro de agilizar su cerebro y fomentar el poder comunicarse también por la vía escrita.
Técnicas para desarrollar una correcta redacción
“He dado materia de redacción, de periodismo escrito, de guionismo y en cada una de ellas les explico que es un arte, no por acudir una clase tres horas a la semana ya vas tener la escritura de José Saramago, sino que tienes que practicarlo, escribir más”, comenta.
Por eso, el maestro propone una serie de técnicas o ejercicios para comenzar a practicar la escritura y que los jóvenes universitarios se den cuenta que no es necesario redactar desde un inicio un texto excelente, sino, no subestimarse, escribir constantemente y darse cuenta que es posible redactar coherentemente.
• Darle formalidad a los trabajos: los maestros realicen una simulación de la vida real.
• Escribir un diario: plasmar en papel las vivencias, cronicar un día, escribir los sueños.
• Emplear la música: elegir una canción y escribir cuál se cree que es la historia que está detrás.
• Juego de palabras: pedirle a varios alumnos que den ideas de temas a escribir, con esas mismas palabras formen uno o dos párrafos introductores de un ensayo, “con estas palabras que pareciera que no tienen nada que ver vamos activando las conexiones cerebrales”.
• Historia en 6 palabras: el ejercicio ayuda a la concisión, tener que resaltar una idea en solamente 6 palabras.