Escuchar, la mejor forma de acompañar a alumnos

Escucharlos y permitirles reflexionar sobre lo que sienten es parte fundamental para confirmarles que no están solos.

El trabajo del docente puede ir más allá del aula al dar un consejo o simplemente escuchar las inquietudes de los alumnos. (Cortesía Freepik)
Claudia Luévano
Gómez Palacio, Durango /

Como docentes, el trabajo en el aula en ocasiones va más allá de enseñar alguna material, muchas veces se convierten en confidentes para acompañar a los alumnos en su deseo de expresar sus emociones, escuchar lo que desean, y ayudar a que sientan paz en su interior.

En el acompañamiento humanista y tanatológico, según explica Beatriz Flores, se ofrece cuando el alumno está viviendo alguna situación que no lo deja estar en paz, algún momento difícil que esté atravesando. Es por ello que en la Universidad La Salle Laguna, tanto en nivel preparatoria como en universidad, los alumnos cuentan con un equipo que los escucha para cuando desean compartir sus sentimientos, en el que Beatriz Flores Salinas del Área Humanista abre sus puertas para escuchar y acompañar a quienes deseen platicar su sentir.

"Todos a lo largo de nuestra vida sufrimos pérdidas como una relación que se termina, un cambio de lugar de trabajo o una enfermedad, entonces como seres humanos no las trabajamos y se van quedando huecos y por ello se brinda ese acompañamiento".
Beatriz Flores Salinas, encargada del departamento de Área Humanista de la Universidad La Salle Laguna. (Claudia Luévano)

Explica que actualmente ha observado que algunos alumnos viven una soledad, se sienten muy solos, con vacíos muy grandes y cuando se dan cuenta de eso buscan a alguien que los puede escuchar y acompañar en ese momento, y Beatriz Flores les ofrece un espacio de respeto y aceptación en donde no van a ser juzgados.

"El chico puede recibir comentarios como 'luego encontrarás otra novia', después de haber terminado una relación, pero lo cierto es que cuando él está sufriendo o viviendo una situación difícil y dolorosa aquí encuentra el apoyo incondicional a sus sentimientos de forma respetuosa".

Explica que se hace una escucha reflexiva, haciéndole sentir que entienden su dolor y que nadie tiene derecho a decirle que está bien o está mal, "cuando ellos empiezan a sentir esa aceptación de su momento difícil se explayan".

Generalmente un 90 ó 95 por ciento se van más tranquilos porque lo que hicieron fue hablar. "No hay manera de manejar los sentimientos y emociones más que aceptando si se siente triste o se está enojado y expresarlo".

Como consecuencia a ello, los alumnos deben de descubrir que tienen sus propios recursos para salir adelante, el acompañamiento puede ser en varias sesiones porque se les da herramientas de resiliencia, se les pregunta qué va a hacer para sentirse mejor, o qué necesita canalizar.

Recalca que en muchos casos que son delicados se canalizan a un especialista cuando se requiere el apoyo extra, entonces se les pregunta a los alumnos si se puede primero informar a sus padres y se hace con autorización de ellos.

Beatriz Flores reitera que como padres es indispensable exista un acercamiento con los hijos, "con 10 minutos de cercanía y observarlos se pueden descubrir grandes cosas. Estamos viviendo unas generaciones en donde a los papás les falta cercanía con los hijos. Es necesario conocer más de la realidad de sus hijos y saber qué está pasando con ellos, ahora vemos que son ellos quienes toman el control en casa, piden cosas y se cubren necesidades que no cubren sus vacíos emocionales".

Finalmente recalca que hay que darles dos cosas sustanciales: la firmeza para decir no y mantenerse en los límites. "Hay que decirle no, pero te quiero, te escucho, te amo y te lo expreso. Los padres deben de aprender que detrás de un no hay una razón sustancial. Escuchemos a nuestros hijos, horarios, amistades, su habitación, todo esto nos dice mucho".

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