Para trabajar en el desarrollo e innovación de nuevas moléculas derivadas del veneno del escorpión azul para tratar algunos cánceres, investigadores de la Escuela de Ingeniería y Ciencias (EIC), así como de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud (EMCS) del Tecnológico de Monterrey firmaron un convenio de colaboración con la empresa LifEscozul.
Desde hace más de 30 años, el veneno del escorpión azul, una especie nativa de Cuba, ha sido utilizado como remedio natural contra el cáncer que, gracias a los buenos resultados, ahora se busca tener un background científico que valide su uso y comercialización, según se dio a conocer en un comunicado de prensa que comparte el Tec de Monterrey.
César Puente Garza, líder del proyecto y profesor investigador de Bioingenieria de la EIC, explicó que este convenio busca validar científicamente el uso de las moléculas del escorpión azul y convertirlo en un coadyuvante en el tratamiento de algunos cánceres que tienen mayor incidencia entre la población mexicana, como el cáncer de próstata y de mama.
Como parte del desarrollo que se estima dure alrededor de 5 años, los investigadores del Centro de Biotecnología de la EIC se encargarán de analizar la molécula y validar su condición como tratamiento, para luego pasar a la etapa de evaluación preclínica en la EMCS.
Para la Escuela de Ingeniería y Ciencias significa un paso adelante en la misión de rediseñar la vida a través del ingenio de sus investigadores y alumnos, premisa de una de sus cuatro iniciativas disciplinarias: Tec Bio.
“Vamos a validar la efectividad y la toxicidad de estas moléculas en sistemas in vitro, esto es en células y posteriormente vamos a evaluar la eficacia y la toxicidad en modelos in vivo en roedores”, explicó Fabiola Castorena Torres, investigadora del proyecto y coordinadora del Programa de Posgrado en Ciencias Biomédicas de la EMCS.
Otro objetivo es el estudio de biomoléculas activas
Agregó que será en estas pruebas donde se podrá demostrar el efecto que tiene esta molécula sobre células sanas y células cancerígenas.
También participan en la investigación Jorge Díaz Gómez, profesor de cátedra en Biomedicina y Tecnología; así como Silverio García Lara, profesor investigador y líder de la unidad AgroBio dentro del grupo de investigación en Nutriomics del Tec de Monterrey.
Otro de los objetivos en los que se está enfocando este equipo de investigación es el estudio de biomoléculas activas y buscar sus diferentes efectos terapéuticos.
“Hay una tendencia mundial bastante reconocida a buscar terapias alternativas terapéuticas para poder mitigar algunos de los tratamientos que normalmente son muy agresivos para tratar enfermedades crónico-degenerativas. Hoy ya se ha podido conciliar desde el punto de vista técnico-científico el uso de fuentes naturales para el descubrimiento de nuevos fármacos de origen natural", destacó Silverio García.
“Nos alegra gratamente que hayamos concretado esta idea que inició con la posibilidad de encontrar alguna institución en México que pudieran colaborar con nosotros en la investigación y profundización de algunos de los resultados que hemos vistos en estos años”, afirmó por su parte el doctor Alexis Díaz, director científico de LifEscozul.
Con la firma de este convenio, detalla César Puente, el compromiso es con la salud a nivel nacional e internacional, pues no solo estarían ayudando a los colegas en México, sino también a todos aquellos que están en centro y Sudamérica.
GERR