Para el combatir la transmisión de la pandemia por covid-19, el lavado constante de manos es una de las acciones que mundialmente se identifican como esenciales, sin embargo en México para el ciclo escolar 2018-2019, sólo 7 de cada 10 centros escolares contaban con infraestructura para el aseo manos.
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Entre las primarias, 65.3% tenían instalaciones adecuadas para asearse las manos con agua; en secundarias, 70.2%; y en planteles de educación media superior (ems) 86.6%. Dentro de las primarias, las escuelas de educación indígena tenían la menor disponibilidad del servicio para el lavado de manos (39.5%).
El servicio de agua potable a través de la red pública no es una condición existente en la totalidad de las instituciones de educación del país, prevalecen planteles aún con carencias y en donde el regreso educativo será aún más complejo.
El Área de Apoyo y Seguimiento a la Mejora Continua e Innovación Educativa, realizó un análisis sobre el tema en el más reciente boletín Educación en Movimiento que arroja las cifras señaladas, pero además advierte que en términos absolutos durante el ciclo escolar 2018-2019 se registraron 41,283 escuelas de educación primaria, secundaria y planteles de educación media superior sin agua potable, 16,041 sin sanitarios para uso de estudiantes y 18,680 que operaron sin servicio de electricidad.
Mayores carencias
Los cálculos basados en las Estadísticas Continuas del Formato 911 de la Dirección General de Planeación, Programación y Estadística Educativa, posiciona entre las entidades federativas con mayor cobertura de agua potable escolar a: Ciudad de México, Aguascalientes, Baja California, Colima y Tlaxcala; con porcentajes de centros educativos con el servicio superior al 90%.
En contraste, los estados con mayores carencias en este rubro, están ubicados en la región centro norte, entre ellos los estados de Durango y San Luis Potosí, ninguno de los cuales supera 64% en cuanto a agua potable en planteles escolares.
Educación en Movimiento establece que el ejercicio del derecho a la educación implica poner al alcance de niñas, niños, adolescentes y jóvenes escuelas con una infraestructura física digna y segura, donde puedan aprender e interactuar.