El Museo de los Metales concluyó su verano con la asistencia de 90 niños y niñas desde los 4 años hasta los 15, los asistentes compartieron y participaron de manera muy activa en cada una de las actividades.
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El curso de verano que fue con duración de tres semanas atendió a los asistentes por bloques, la primera semana se dedicó a los pequeños de 4 a 7 años, la segunda de 8 a 11 y finalmente de 12 a 15 años.
Cada grupo recibió una atención especial presentándoles actividades de una manera apropiada a su edad, "fueron muy buenos los resultados, en donde la participación de los padres de familia en el último día con la activación física, la dinámica y finalmente, los niños platicaron lo que aprendieron durante el curso", dijo Cristina Matouk, directora del Museo de los Metales.
Este año además de los temas usuales como seguridad en casa, cómo identificar productos químicos, saber cuáles son los riesgos de ciertos productos, también se abordó Ciencias de la Tierra para hablar sobre el tema de los minerales. Los chicos de entre 8 y 11 años aprendieron sobre sustancias químicas, ellos pudieron experimentar con tiras activas para identificar los ácidos y bases.
Otras de las actividades que realizaron fueron figuras de barro a cargo de la maestra Sara Ríos, quien además brindó clases a los adolescentes sobre encuadernado artesanal, "los jóvenes hicieron unos trabajos muy bonitos, además aprendieron sobre máquinas simples, tema de física, hicieron modelos", dijo Cristina Matouk.
"Todos los niños visitaron el vivero y vivieron experiencias muy divertidas ya que se demostró al ser muy participativos y entusiastas".
Cristina Matouk comenta que esta es la primera ocasión que se hace algo para adultos en verano, que fue un taller para mayores de 19 años en donde asistieron 24 personas quienes durante siete sesiones se enseñaron a trabajar el barro y encuadernado a cargo de Sara Ríos, "aprendieron bastante al hacerlo paso a paso. En la última sesión Sara Ríos trajo un torno para trabajar el moldeado y todos estuvieron encantados. Fueron tres semanas y media en la que sí hubo una respuesta muy favorable y el gusto por aprender cuestiones manuales", concluyó.