Una Encuesta Nacional de Salud y Nutrición encontró que un 23% de niños de 2 a 5 años tiene caries en sus dientes de leche, ya que la caries no tratada puede producir infecciones y dolor y a su vez afecta la habilidad de hablar, comer, aprender y hasta jugar, según datos de la Asociación Dental Americana.
Cuidar los dientes de leche no solo es necesario, sino también es importante, ya que además de mantener un espacio, son un comienzo para aprender a tener una buena salud bucal desde pequeños, la cual debe continuar diariamente.
Cuántas veces no se deja que el bebé termine su biberón antes de dormir y no se le moleste más. Los especialistas recomiendan que se debe limpiar la encía después de cada alimentación. Y como ya se sabe la leche materna es lo que necesita estar presente al menos los primeros seis meses de vida, de ser posible, más tiempo.
Las bebidas azucaradas están prohibidas los primeros meses de los niños, si ya dejó de amamantarlo, lo ideal es continuar con fórmula, (la que indique su pediatra), pero evitar los jugos ya que éstos contienen altos porcentaje de azúcar.
Cuando el niño ya está entre uno y dos años, es bueno comenzar con el vaso entrenador, esto ayudará a que comience a ser un poco más independiente, pero recuerde que lo ideal es que se sirva con agua y con eso acompañe sus comidas. En caso de servir jugo que sea solo una vez al día y durante la hora que tome alimentos. No para saciar su sed.
La visita al dentista debe ser hasta que aparecen los primeros dientes, para conocer la mejor forma en que se debe realizar la limpieza bucal, cuál pasta dental es la adecuada, así como el cepillo de dientes.
Como padres de familia se debe estar atento de que el niño cepille correctamente sus dientes, de arriba hacia abajo y viceversa para evitar lastimar las encías. Esto se debe realizar al menos dos veces al día, tanto por la mañana y antes de ir a dormir y utilizar pasta dental fluorizada en pequeñas cantidades.