Elegir carrera, es decidir el camino de vida

La orientación vocacional es necesaria cuando existen dudas sobre qué carrera elegir. Para ello es importante acercarse al experto para descubrir su verdadero potencial

Esta es una de las decisiones que ayudarán en tu proyecto de vida, por lo que se debe escoger bien. (freepik.es)
Claudia Luévano
Torreón, Coahuila /

Elegir una carrera, es definir un proyecto de vida, pero qué sucede cuando se presenta la indecisión y no se tiene claro qué es lo que se desea estudiar.

"Los jóvenes de pronto toman decisiones aceleradas, sin pensar, consultado con amigos o gente que a lo mejor no es cercana al tema, y eligen una carrera o universidad que no es lo que querían, o no resulta ser lo que esperaban, y se dan cuenta que no aprovechan su verdadero potencial", dice Ana Claudia Sada Menéndez, psicóloga con Maestría en Educación, entrenamiento en el área de Orientación Educativa.

Para la experta, lo ideal es seguir un proceso, el cual consiste en una evaluación de sus habilidades, "hay diferentes pruebas y metodologías, yo trabajo un sistema basado en talento natural, no en intereses, ya que estos últimos cambian a lo largo de la vida".

Ana Claudia Sada Menéndez, psicóloga con Maestría en Educación, entrenamiento en el área de Orientación Educativa. (Claudia Luévano)

Una vez que ya tienen claras sus habilidades e interese recomienda, realizar una investigación de carreras, planes de estudio, campos laborales, actividades laborales, sueldos, conocer los retos que enfrenta cada profesión, estudiar qué tanto dichas profesiones se desempeñan de manera regional o cómo se comportan en otras partes del mundo, si es que tienen interés en viajar al extranjero.

"Es complicado porque por lo general no tienen idea de cómo empezar. Sugiero se acerquen al orientador de su escuela en primera instancia, y analicen las carreras de su interés. Hoy se ha vuelto complejo porque además la oferta educativa es muy amplia".

Ana Sada quien cuenta con certificaciones para aplicar en el proceso de selección y admisión en universidades extranjeras, aconseja a los padres de familia ser coach de apoyo. "Lo ideal es contar con la guía de un experto sobre todo cuando el nivel de confusión es muy grande. Me ha funcionado el hacer un análisis valorando sus talentos, una vez que se tiene ubicado, lo que seguirá es recomendar carreras afines al perfil".

Sugiere este proceso comience a partir de segundo de preparatoria. El alumno debe saber qué materias ofrece la carrera, qué clases son, cómo será la universidad e ir más allá para conocer cómo se viven las profesiones, cómo es el día a día de un médico, de un maestro, de un ingeniero, etcétera. Tratar de conocer los campos de desarrollo, salarios y las expectativas de trabajo.

Al terminar la investigación hay una mayor claridad para luego hacer un análisis interno para tratar de identificar quien soy yo, qué espero de esta profesión, como me identifico en tal rol profesional y, cómo empata con el proyecto de vida que se desea desarrollar.

"La carrera no el destino final de tu vida, tenemos que verla como una herramienta que nos va ayudar a lograr lo que sí queremos hacer en nuestro futuro. Por ejemplo: si el objetivo es salvar vidas, hay varias rutas para lograrlo, puede ser médico, psicólogo, químico, biomédico, solo hay que elegir el camino que quiero vivir y de qué manera".

Llegó el momento de inscribirse y aun no definen qué estudiar

Ana Claudia dice que dependiendo de qué tan profunda es la confusión, "si no se tiene idea detengan la decisión al menos un semestre para que investiguen, porque el riesgo de entrar a la universidad sin saber qué quiero puede provocar la deserción escolar".

Pero si tiene una idea, se puede ver con la universidad que a la que quisiera ingresar qué tan fácil es moverse de un tronco común. Señala que algunos expertos recomiendan que si el joven no sabe qué estudiar, se tomen un año, en el que se pueda vivir una experiencia laboral que ayude a esa definición, con el objetivo de sentarse y darle oportunidad a conocer la profesión.

Finalmente Sada Menéndez dice que las materias son lo de menos, "las clases duran cuatro años, lo que va hacer toda su vida es lo que importa, traten de hacer un servicio becario, prácticas, pasantías en un área afín a lo que se quiere para vivir y saber si es lo que realmente quieren".

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