Existe una problemática que está presente en el día a día y tiene graves consecuencias en el desarrollo de los niños y niñas al adelantarlos en sus etapas y, casi, convertirlos en pequeños adultos. Es de suma relevancia que los padres y madres de familia conozcan qué es la sexualización infantil y cómo poder combatirla.
Según el Parlamento Europeo, en su PROYECTO DE INFORME sobre la sexualización de las niñas, se define como “la imposición de una sexualización adulta a los niños y niñas que no se encuentran ni emocional, ni psicológica, ni físicamente preparadas para ella en la fase de desarrollo que se encuentran”.
La sexualización infantil se detecta fácilmente al observar fotografías de niñas en posturas emanan sensualidad, por ejemplo, pero también está presente en el ambiente cotidiano en acciones tan comunes como exigirles a las niñas que se maquillen o constantemente preguntarles si tienen novios; al alentar a los niños a ser unos casanovas o tener compartamientos sexuales de adulto.
La psicóloga Abigail Mendoza Herrera comparte las posibles causas de la sexualización infantil, así como la manera de poder detectar y afrontar el problema.
Considera que la sexualización infantil es un tipo de violencia, debido a que se expone a los niños y niñas tanto a situaciones como a experiencias visuales y auditivas que todavía no les corresponde vivir. De igual manera, el creciente uso de la tecnología dentro de los hogares los bombardea con este tipo de violencia.
Para Mendoza, la herramienta idónea para poder detectar y combatir la sexualización infantil es la educación. Mientras más conscientes estén los padres y madres de familia acerca de las actitudes, posturas, y acciones que sexualizan a los niños y niñas, podrán evitar ponerlos en situaciones de riesgo y comprender las consecuencias que dicha problemática acarrea.
“Al hablar de falta de educación me refiero a que como sociedad, los que son cabeza de familia, a veces ignoramos que sexualizar a nuestros niños, adelantarnos en su etapa es un tipo de violencia, entonces, no medimos las consecuencias, hay ignorancia en conocer las consecuencias de promover una etapa que todavía no les toca a nuestros niños vivir”.
Al hablar de las posibles consecuencias de la sexualización infantil, la psicóloga menciona los embarazos adolescentes, el abuso infantil, niños precoces, casos de estupro y exploraciones infantiles, es decir, niños abusando de niños.
“Desde la infancia se expone a los niños a medios de comunicación […] a un contenido sexualizado no acorde a la edad de modo que cuando llegan a la adolescencia o a la pubertad, ya normalizan las relaciones sexuales como una práctica simple cuando todavía no están ni maduros ni emocional ni físicamente”, explica la psicóloga.
CALE