Ha pasado más de la mitad de temporada y no queda duda de que la gran revelación proviene de Mariachis de Guadalajara. El equipo de expansión es el mejor no solamente de la Zona Norte, sino de toda la Liga Mexicana de Beisbol, además de portar una ofensiva con potencia, además de un pitcheo que trabaja para estar a la altura.
Antes de la serie contra Diablos Rojos del México en el estadio Alfredo Harp Helú, Benjamín Gil reconoció que el dominio de Mariachis es una noticia inesperada, pero grata.
“Yo también estoy sorprendido. Teníamos en mente llegar a postemporada, pero mentiría si dijera que seríamos primeros del Norte”, reconoció el manejador. “Sabemos que nos resta un camino complicado, pero podemos hacer las cosas bien”.
Con base en lo que ha visto en esta campaña, Benji aspira a ganar la Copa Zaachila, la quiere. Sin embargo, deja en claro que no es una sentencia, pues equipos como Toros de Tijuana, Acereros de Monclova, Pericos de Puebla y los propios pingos son serios candidatos; el mensaje que manda es que Guadalajara será una novena que aspire y se perfila para ser uno de esos contendientes.
“Yo me veo con la Copa”, reconoció Gil, responsable del reciente éxito de Tomateros de Culiacán en la Liga Mexicana del Pacifico y que también quiere el éxito en el circuito veraniego. “Tenemos que mejorar en ciertos aspectos, pero me imagino que todos los equipos quieren mejorar rumbo a los playoffs…Si seguimos con buen beisbol y hacemos buenos movimientos (para apuntalar el roster), creo que podemos dar la gran sorpresa. No digo que vayamos a ganar, pero si la posibilidad”.
Por supuesto, el aspirar a grandes cosas implica mejorar. El pitcheo en Mariachis no es malo, pero todavía tiene margen de mejora. Esto no significa que represente una desventaja, pues el equipo marcha bien; lo que sí deben hacer es ajustar para no permitir tantas carreras al rival.
“Foco rojo sería estar en último lugar. Hemos tenidos series complicadas, pero los pitchers están haciendo los ajustes necesarios y creo que lo harán muy bien”, consideró.
Contento con el buen paso del equipo, Gil no está conforme con lo conseguido y cree qué hay felicidad en el entorno, pero no satisfacción, ni de lejos.
“La meta se cumple en septiembre, no podemos quitar la mira con el hecho de que estamos en una situación bonita, porque sino realmente perderíamos el enfoque de lo que es nuestra meta”, añadió el manager ante un éxito inesperado, producto de la directiva, coaches y jugadores.
Sobre su ausencia temporal por los Juegos Olímpicos, no habló demasiado (las noticias entorno a dicho tema se resolverían más tarde), pero si dijo que no estará ajeno a todo lo que suceda con su equipo, incluso habló de la posibilidad de dirigir vía Zoom hasta donde se prefiera, pero confía a pleno en su staff para lograr mantener al equipo como hasta ahora.
“Tenemos un excelente staff, muy identificado… no cambiará cuando me vaya, porque aunque esté en Tokio, tengo responsabilidades con el equipo”.
RGS