“El beisbol es mi vida”: fotógrafo de los Diablos Rojos

Enrique Gutiérrez lleva toda una vida capturando los mejores momentos de la novena escarlata, un equipo que se ha convertido en su segunda casa

Enrique Gutiérrez, fotógrafo de los Diablos Rojos del México (Karina García)
Enrique Gutiérrez, fotógrafo de los Diablos Rojos del México (Karina García)
La foto de Enrique Gutiérrez de los Diablos Rojos del México a la cual le tiene mucho cariño (Enrique Gutiérrez)
Ciudad de México /

Los recuerdos no siempre se quedan guardados en la memoria, sino que hay algunos que se han plasmado en fotografías, imágenes que nos regresan al lugar y momento donde ocurrieron las cosas, instantes que no podríamos tener si no fuera por las personas que están en el sitio correcto, capturando con su cámara, lo que muchos no podríamos ver a simple vista.

Hoy, a días de inaugurarse el Estadio Alfredo Harp Helú, existe una persona muy importante dentro de la institución de los Diablos Rojos del México, Enrique Gutiérrez, quien por muchos años ha sido el fotógrafo de los escarlatas.

La historia de Gutiérrez comenzó desde muy temprana edad, pues aunque fue contratado oficialmente en el 2003 por los pingos, su padre Sotero Gutiérrez y él siempre han colaborado en este equipo capitalino de la Liga Mexicana de Beisbol.

Tenía como 12 años y era ir diario con mi padre, porque como se dice ‘yo le cargaba la maleta’, entonces era ir diario, porque jugaba México y Tigres”, comentó Henry, quien agregó que “desde el 2003 a la fecha soy oficialmente de los Diablos; aunque, realmente, toda la vida hemos colaborado – digo colaboramos, porque mi papá también trabajo con ellos –, le hacíamos las fotos”.

Parte de su gusto por la fotografía fue gracias a su padre, de quien vio su trabajo, la relación que tenía con los jugadores, pero sobre todo porque “es un trabajo que no tiene cualquiera”.

Para Enrique, colaborar en Diablos Rojos es de las cosas más bellas que tiene su trabajo, pero sobre todo, el tener a alguien de confianza como lo es el contador Alfredo Harp Helú, una de las personas que le ha brindado su amistad y con el que siempre estará agradecido.

“Tengo muy buena relación (con Alfredo Harp Helú), creo que muy poca gente se puede relacionar como yo me relaciono con él, la confianza que él me ha dado a mí la valoro mucho, pues un hombre como él, no a cualquiera se la da, su amistad y confianza, poca gente, y creo que yo me la he ganado y sé que me la ha dado”, expresó.

Orgulloso de la exposición Diablos, la novena de la Ciudad

Luego de planear desde hace tiempo una exposición fotográfica en el Bosque de Chapultepec, el sueño se hizo realidad para Enrique Gutiérrez, quien tiene varias imágenes en esta exhibición que se ubica en la explanada de la Juventud Heroica.

“Muy orgulloso, porque ya habíamos planeado, teníamos ese sueño ya de unos cuatro o cinco años atrás, pero no se daba la oportunidad, pero esta vez, don Alfredo nos encargó que hiciéramos eso y por medio de nuestro presidente Othon Díaz tuvo contacto con la gente del Bosque de Chapultepec y gracias a Dios, el sueño se cumplió”.

La mejor fotografía

Aunque a lo largo de su historia con Diablos Rojos ha tenido miles de experiencias, Enrique asegura que tiene varias fotografías favoritas, ya que “un partido nunca es igual y siempre hay jugadas que te sorprenden, también nunca dejas de aprender en el beisbol, pero tengo muchas que me gustan mucho”.

Sin embargo, el fotógrafo de la novena escarlata reveló que tiene una imagen a la que le guarda mucho cariño, porque fue una de las primeras que tomó y además fue portada en La Afición.

“Le tengo mucho cariño a una, que está en la exposición, es una jugada en tercera de Víctor Meza de la selección de Cuba, y Nelson Barrera de los Diablos, y está saltando el umpire Jesús Monter, que es un umpire del Salón de la Fama”,


La anécdota

“Esa foto me gusta mucho, le tengo mucho cariño porque es de las primeras que tomé, que fue portada en La Afición y también por la forma en que la tomé, de una manera extraña, porque antes nos metíamos al campo, no había lentes largos, teníamos unos lentecitos; yo me ponía entre tercera y home, para que más o menos me quedaran bien las jugadas. Ese día en ese juego, digamos que todos estábamos bien tranquilos, porque era el primer bateador, entonces, estaba sentado – porque nosotros nos metíamos al campo cuando alguien se envasaba –, entonces sabías que iba a ver jugada, fue el primer bateador, dio el batazo y yo vi que iba a caer, y que iba a ser extra base; mi papá tenía la cámara y me dijo ‘ten’, me da la cámara, más o menos yo ya tenía calculada la distancia de donde me paraba, lo único que hice fue poner al telefotito la distancia que más o menos yo me acordaba, llegué corriendo junto con el corredor que iba llegando a tercera y tomé la foto. Nunca me di cuenta que el umpire saltó, realmente me fije en el que se estaba barriendo, hasta llegar al periódico y revelar al periódico, mi papá se dio cuenta. También en esa época estaba Tommy Morales, que en paz descanse y le preguntó a mi papá ‘¿tienes alguna foto para primera plana?’, le dijo mi papá: ‘tengo esta’, Tommy le dijo ‘esa es para primera, segunda y hasta tercera’”.

El beisbol es mi vida y aquí voy a morir

Para una persona que creció en los campos de beisbol no es sorpresa que viva al mil por ciento dedicado a este disiciplina, una situación que le sucede a Enrique Gutiérrez, persona que vibra con Rey de los deportes, pero sobre todo que para el significa su vida entera.

“Desde hace tiempo, el beisbol ya es mi vida completa, desde que mi papá se involucró con él, igual yo me quedé ahí, yo nací aquí, en el beisbol y aquí me voy a morir, porque es mi vida”, finalizó.

​ZZM

  • Zeltzin Zamora
  • zeltzin.zamora@milenio.com
  • Editora digital de La Afición, amante de los deportes, pero sobre todo fiel seguidora de los colores azulgrana.

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