Una fiesta la que se vivió en la serie inaugural del Estadio Alfredo Harp Helú, donde Diablos Rojos del México cayeron ante Tigres en su primer juego de la temporada 2019 de la Liga Mexicana de Beisbol.
Desde muy temprana hora, miles de aficionados empezaron a llegar al nuevo estadio escarlata, pues les esperaba un partido con mucha historia, ya que se enfrentaban al acérrimo rival, los Tigres de Quintana Roo, en la conocida Guerra Civil.
Pese a que se fueron abajo en la pizarra en el arranque del partido, los seguidores de los pingos no dejaban de apoyar y sus porras ponían ambiente en el nuevo infierno. Sin embargo, cayó el primer home run de los de casa por parte de Japhet Amador y ahí llegó una verdadera fiesta, pues se encendieron las gradas y la primera entrada terminaría con la pizarra 3-3.
Para la segunda entrada, los ánimos se caían pues en una buena labor del equipo visitante, se pusieron arriba con cinco carreras a su favor; pero esto no hizo que los escarlatas se rindieran, quienes se acortaron la distancia al hacer dos carreras más, las cuales provocaron que empezaran a 'arder' las gradas', que ni la lluvia pudo apagar.
De nuevo vino el grito de la afición, cuando la novena capitalina le dio la vuelta a la pizarra y se puso 9 a 8, un marcador que fue coreado y las porras aumentaron en las gradas, la emoción se notaba en los rostros de los aficionados.
Mientras algunos se divertían en las tribunas, seguidores iban a disfrutar de los placeres de la comida y como no podía fallar, los tacos de cochinita fueron los que más gente tenían, pues a pesar de ser varias filas, los pingos no se desesperaban, ya que su objetivo era probar el platillo favorito de casa.
Y aunque los Tigres intentaron reaccionar, los Diablos Rojos no lo permitieron y el primer juego fue para los de casa tras ganar 14-8.