Es una leyenda del beisbol mexicano, ha ganado campeonatos con los Piratas de Campeche en LMB y los Venados de Mazatlán en la LMP, se ganó el apodo de Pancho Ponches al ser el único lanzador junto a Chito Ríos con 5 títulos de chocolates y el respeto del mundo recolectando Triple Coronas, luego que en 2003- 2004 ganó el trofeo en la LMB(Campeche), en la LMP (Mazatlán) y en la Serie del Caribe (México), un hecho obviamente único; tiene 46 años de edad y sólo está buscando un objetivo más antes de colgar los spikes: llegar a 200 victorias en el circuito de verano…
Pero es un hombre humilde que sólo ahora a ser 'común’, por lo que en el fin de semana en que lo están homenajeando, se sienta en la tribuna, junto a su esposa y su hija, usando una gorra (de los Piratas, claro) para intentar pasar inadvertido.
Esa humildad explica el cariño de los aficionados, de sus compañeros y hasta de sus rivales.
“El beisbol me ha dado lo que yo he querido”, dice sonriente para La Afición, “y me gusta ir al beisbol siempre que puedo, como ahorita”. Las personas lo reconocen, pero no creen que Pancho Ponches esté entre ellos, sólo algunos se atreven a acercarse y él los atiende con amabilidad.
Él relata: “nací en Guaymas, y a los 18 años me fui a la Academia de Pastejé. Ahí comenzó mi camino en el béisbol, todo gracias a mi familia, mi padre, mi madre y a mi hermano mayor, a quien yo iba a ver jugar”, y reconoce: “gracias a ellos tengo lo que tengo ahora, las cosas no las hace uno solo”.
“Cuando me cambiaron a Campeche cambió mi vida. Ahí conocí a mi esposa y forme una familia. Ellos me han impulsado siempre, juntos festejamos mis logros y eso para mí es muy importante”. Y al preguntarle cuál es el logro más grande de Francisco Campos, ¿lograr la Triple Triple Corona, llegar a 200 victorias o conquistar a su esposa?, Campos ríe y asegura “son cosas distintas, pero si le sufrí mucho para lograrlas todas”.
Pancho se siente también muy agradecido con su tierra, sobre todo porque apunta con orgullo que tiene dos: Sonora y Campeche. “Sonora es el lugar donde nací, le debo la vida, pero Campeche es el sitio que me ha dado todo, y eso no puedo olvidarlo”. Pero eso sí, si hay que elegir una comida, elige las dos.
Resulta increíble que con tanta calidad, Campos nunca llegara a vestir una franela de Grandes Ligas (Milwaukee, Medias Blancas y Mets no quisieron darle la oportunidad), pero él lo toma con tranquilidad y sin resentimientos: “Por algo no se dio, si me hubiera ido, no estaría ahorita aquí, y lo que he logrado me tiene muy contento”.
El sonorense es cuarto en la lista histórica de ponches, con 2,173, y esta temporada sumo otro logro al llegar a 3,000 innings lanzados (suma ya 3,027.1), pero dice que esos son récords “que se ven bonitos y lo enorgullecen, pero no son su prioridad. “Lo que sí quiero son las 200 victorias, por eso sigo jugando y no me voy a ir hasta que lo logre”, dice.
“Para mí, estarme codeando con todas esas grandísimas figuras (en las listas históricas) ya es una victoria. Todos los que están arriba de mí tienen toda mi admiración y respeto, pero pueden quedarse tranquilos, porque yo nomás llego a 200 y me retiro”.
LSPM