Los Diablos Rojos del México están de fiesta. Antes del juego inaugural de los pingos en el Estadio Alfredo Harp Helú, se inauguró el Museo Diablos, un complejo dedicado a los casi 82 años de historia del equipo más ganador de la Liga Mexicana de Beisbol, además de una de las instituciones deportivas más importantes del país.
Para Santiago Harp Grañén, vicepresidente del equipo, este es un sueño realidad, al juntar toda la historia de los escarlatas y ser un recinto que podrán disfrutar los aficionados de hueso colorado al mismo nivel que aquellos que apenas están empapándose con la historia del México.
“No puede haber elemento ni sala favorita, yo creo que cada uno es especial y los que vengan se darán cuenta de que todo está relacionado a cada época”, reconoció el hijo de Alfredo Harp Helú poco antes de disponerse a dar un paseo por las inmediaciones del museo, ubicado en el exterior del estadio, pasando la taquilla y la tienda del equipo, por el jardín izquierdo.
“(Diablos Rojos) es un histórico imparable… son 82 años de historia, de logros y de hazañas que nos hacen muy especiales”.
Para sorpresa de muchos, no se trata de un museo que solo opere durante la temporada regular y en horarios de juego: este museo abrirá sus puertas todo el año, de tal forma que cualquier persona que tenga interés en revisar lo que hay en sus salas, podrá hacerlo al adquirir su boleto (es por eso mismo que las entradas al estadio no aplican para entrar al museo).
“Lo que buscamos con este proyecto es que no solamente puedan venir al estadio cuando hay juegos, sino que también lo puedan visitar sin importar si hay temporada o no, para que puedan admirar y conocer esta belleza arquitectónica para México. Es lo que le faltaba a este estadio y a este equipo, para que se pudiera admirar como se debe”, dijo Harp Grañén.
El dirigente es el hombre responsable de darle una imagen renovada a los Diablos Rojos. Parte de esto se puede ver en los uniformes para este año, que fueron pensados para atraer a nuevos fans, pero sin descuidar a los que son Diablos de años. En ese sentido, el museo servirá para juntar ambos tipos de seguidores y ofrecerles material histórico que resultará más que bueno para ellos.
“Con esta idea se puede admirar mucho el orgullo a lo largo de la historia y nos debe motivar a los Diablos a seguir siendo mejores; el acercamiento a las nuevas generaciones al beisbol y a los Diablos Rojos es mía”, culminó.
Dentro del museo, el visitante podrá recorrer una sala especial de Francisco Toledo, artista plástico de origen zapoteco y amigo cercano a la familia Harp Helú, además de diversos artículos históricos que han pertenecido al equipo o han sido donados por los ex peloteros. Incluso se tiene una sala especial en la que se guardarán cosas para tener el acervo histórico: será mañana cuando Iván Terrazas estrene dicha parte al donar el uniforme que usó en su último juego con el México.
La sala de trofeos es especial: muchos de ellos fueron recreados por artistas plásticos y hay vitrinas vacías, las cuales esperan llenar con títulos en los próximos meses.
FCM