El Estadio Panamericano se ha convertido en un ícono deportivo dentro de la ciudad, con una de las estructuras más llamativas y la promesa de emocionantes juegos de béisbol. Pero la experiencia de visitar este inmueble va mucho más allá del juego de pelota, desde el momento en que ingresas comienzan los obsequios y sorpresas y en sus amplios pasillos puedes encontrar retratada la historia del equipo, como en los bustos del pasillo de la fama o la icónica estatua de Fernando Valenzuela; el casco gigante, las jaulas de bateo, activaciones y una amplia variedad gastronómica; elementos que en conjunto crean la atmosfera en donde el juego de pelota es la cereza del pastel que convierte a cada visita en un espectáculo único, en donde una de sus principales cualidades es mantener un ambiente familiar.
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“El Estadio Panamericano de los Charros ya está reconocido a nivel nacional como uno de los estadios con una mejor experiencia para vivir: una porque es un ambiente familiar seguro; segundo, porque la oferta gastronómica que tenemos aquí es de lo mejor que existe. Tercero porque se han logrado elementos de entretenimiento que son muy atractivos desde las botargas, las porristas, el sonido, la pantalla; eso hace que aun cuando no entiendas el juego sea un estadio que te guste venir”, describió Luis Alberto González, Director General de Charros de Jalisco.
Pero crear un espectáculo de calidad no es tarea sencilla, son cientos de personas las que trabajan en conjunto manteniendo la innovación y variedad como características obligatorias que preserven la energía de la multitud en un ambiente energizante día a día y mejorando año tras año.
“Es un trabajo padrísimo, muy entretenido, es arte de lo que nos encanta de trabajar en esta organización porque al trabajar con esta gente talentosa y creativa pues salen muchas ideas padres y luego las llevamos una realidad, pero hemos sacado iniciativas que han trascendido, por ejemplo, ya tenemos tres temporadas sacando la Charro Cards que son estas tarjetitas coleccionables de nuestros jugadores o tenemos los famosos Bubbleheads, estos monitos que regalamos a los primeros aficionados”.
Y es que en el juego no hay momentos de descanso, entre innings las pantallas y los grupos de animación se adueñan del diamante.
“Hace dos años empezamos con el Blue Squad, el grupo de animadoras jóvenes que entran al terreno de juego hacer espectáculo, el uso de la pantalla con todas las actividades que nos permite, y eso es un trabajo que es permanente; ahorita ya tenemos la temporada del pacífico, de verano y la softbol; y cada una debe tener su identidad porque reconocemos que el aficionado tiene un perfil un poquito diferente en cada temporada y a cada uno le tratamos de dar algo diferente”.
El Monckey y la versión original que Charros creo de la tradicional canción “Take me out to the ball game”; son elementos que forman parte de la identidad del equipo.
Los elementos nativos son indispensables para construir ese vínculo con la afición local, por ello las inauguraciones y en cada fecha especial la organización combina la modernidad con bailes típicos y tradiciones, intención en que la gastronomía ha sido fundamental. Desde pozole, birria, tacos dorados; hasta una variedad ya conocida y quizás que pueda ser más adaptable al gusto de la afición visitante tanto de otros estados como fuera del país como cuando se ha realizado el Clásico Mundial, el Premier 12 o la Serie del Caribe; por ello también hay opciones como el sushi, hamburguesas, pizzas, hotdogs, lonches, costillita, tacos, y marquesitas.
“Un punto clave que hemos logrado es toda esta gastronomía que ofrece el estadio, hemos integrado no solamente a empresas que son locales y que les damos la preferencia porque son los sabores de Guadalajara, pero los hemos complementado con empresas de gran renombre que empiezan a estar aquí en Charros todo el año y que les ofrecen alternativa gastronómica como la pudieran encontrar en cualquier centro comercial de la ciudad”.
El Estadio Panamericano es más que un lugar para ver un juego de béisbol, es una experiencia que combina gastronomía, entretenimiento y pasión deportiva.
¿Cómo llegar al Estadio de los Charros?
Al Estadio Panamericano se puede llegar en autobús y en tren. La línea tres del sistema de tren te deja a 15 minutos caminando. Bajas en la estación Mercado del Mar y caminas hacia el parque de pelota.
Por su parte, hay varias rutas de autobús que te acercan al estadio. Entre ellas se encuentran la C73, T16B/C02, C43 Haciendas, C43 Valdepeñas, T08, T16B Nextipac y P.Aves, C81 Batan Mesa y Belenes Lomas, C82 Belenes Mesa y Batan Cinco Esquinas, C88, C136.
JMH