La Ciudad de Monterrey se convirtió en la segunda casa de Fernando el Toro Valenzuela.
Siendo el sinónimo de gloria mexicana en Grandes Ligas, Valenzuela visitó el que hoy es el Estadio Mobil Súper para deleitar al público regiomontano en los 90.
Primero en 1991 como lanzador de los Dodgers, en una exhibición llamada "Duelo de Titanes", y luego en 1996, cuando abrió el primer juego de La Primera Serie.
Su primera visita a la Sultana del Norte como el estandarte de los Dodgers se dio al inicio de los 90, en el primer juego de exhibición de la MLB en tierras regias. El cruce fue ante los Brewers de Teodoro Higuera.
El resultado fue favorable para el Toro, llevando al equipo de Los Ángeles a la victoria 6-1 ante la novena de Milwaukee ante 29 mil asistentes.
Mientras que en 1996, fue el abridor de La Primera Serie de las Grandes Ligas fuera de Estados Unidos, subiendo al montículo por los Padres de San Diego su cruce con los Mets de Nueva York.
El Toro lograba su quinta victoria consecutiva, décima en esa temporada, al maravillar a los regios en seis salidas, para tres carreras y cinco hits, en la victoria 15-10 ante los Mets.
Además de cruzarse a los Sultanes de Monterrey siendo el estelar de los Charros de Jalisco en diferentes ocasiones.
El legado de Fernando Valenzuela siempre será recordado por todo el público regiomontano, que lo "adoptó" como uno más en cada visita a Monterrey.
MGC