Los Sultanes de Monterrey vinieron de atrás para vencer con pizarra final de 6-4 a los Pensacola Blue Wahoos, y de esta manera culminar con la serie de exhibición internacional.
Christian Villanueva lideró la ofensiva norteña al volarse la barda en dos ocasiones y producir tres carreras; mientras que Rommer Cuadrado también hizo lo propio al conectar cuadrangular.
Una auténtica fiesta fue lo que se vivió en el Blue Wahoos Stadium, que fue testigo de una noche colorida, con fuegos pirotécnicos, música y con vuelacercas por cortesía de los Fantasmas Grises.
Parecía que sería un juego de pesadilla para los pupilos de Roberto Kelly, ya que en la parte baja de la segunda entrada, los de Florida aprovecharon el descontrol del lanzador Tanner Anderson, y con casa llena, su homónimo Tanner Allen vació las bases con un doblete y así sumar las primeras tres carreras del encuentro.
Sin embargo, los regiomontano no se quedaron con los brazos cruzados, ya que en la parte alta del cuarto rollo comenzó el festín de Christian Villanueva al volarse la barda; mientras que en ese mismo episodio, un mal lanzamiento del pitcher fue lo que provocó que Roberto Valenzuela acortara distancias para llegar quieto a home.
Un inning más tarde, con Nomar Mazara en las bases, de nueva cuenta apareció Villapower con un jonrón y así tomar la ventaja y nunca perderla con un momentáneo 4-3.
Los Sultanes continuaron atacando y para el lucky seven, Rommer Cuadrado también hizo lo propio al desaparecer la bola e impulsar a Asael Sánchez para el 6-3, momentáneo.
Los Blue Wahoos trataron de acercarse en la pizarra al sumar otra rayita en la parte baja del séptimo episodio pero ya era demasiado tarde.
El manager de los Sultanes de Monterrey utilizó a los siguientes lanzadores: Tanner Anderson, Kevin Kelly, Donald Snelten, Juan Gamez y Richard Rodríguez.
Después de este resultado, los norteños todavía tienen un juego más del Spring Training cuando reciban el próximo 9 de abril a los Tecolotes de los Dos Laredos en el Estadio Mobil Super.
Cabe mencionar que al finalizar el juego, los peloteros, coaches y managers se intercambiaron camisolas para posteriormente tomarse la foto del recuerdo.
RGS