Cuando me enteré de que en MILENIO lanzarían blogs, me dio mucho gusto y también muchas ganas de querer ser parte de ellos.
Mucho gusto porque MILENIO tiene un lugar especial en mi corazón. Fue en el 2012 cuando llegue a su edificio en el centro de la capital, lo recuerdo con nostalgia, pues fueron mis inicios en el periodismo, me uní al equipo de La Afición como becaria en el momento de los Juegos Olímpicos de Londres y me encargaba de realizar traducciones. Era emocionante, nunca había estado en la redacción de un periódico y acababan de terminar la construcción de sets de TV. Era sacar notas para el impreso y los noticieros de su programación como si fueran pan caliente. Aprendí de adrenalina y responsabilidad pero sobre todo de periodismo.
Tiempo después migré a la sección de espectáculos donde Susana Moscatel me dio la oportunidad de cubrir eventos, entrevistas y ver cómo funciona el show-biz, muy apasionante. Eso, me abrió las puertas para trabajar en otros medios y crear mi blog EsMiHit, donde hablo de mis cosas favoritas, espectáculos y más.
Así me fui envolviendo más en las redes sociales, creando contenido, haciendo management de celebridades web y pues, ya saben, un poco de todo, como la mayoría de cosas en la vida, y más en estos andares.
Cuando me dijeron que quedaba para los blogs me sentí muy feliz y entusiasmada. Ahora vivo en Madrid y para mí también es importante seguir conectada con México, mis raíces y, sobre todo, ser parte de la nueva etapa de digitalización de MILENIO, que por cierto Milenio.com es el sitio número 1 de noticias en México (el comercial)
Dicen que uno siempre vuelve al lugar donde fue feliz y aunque ahora sea virtualmente, y eso es más normal, estoy de regreso.
Aquí estaré compartiéndoles lo que mis ojos de búho, en mis noches de insomnio, ven en redes sociales y considero hacen una diferencia en nuestra sociedad, genera una conversación entre nuestro círculo de amigos, familiares y muchas veces hasta con desconocidos; como las tendencias, videos virales, etcétera; con la opinión y reflexión de una servidora.
Nos iremos conociendo en el camino, pero por ahora te agradezco por leerme y, finalmente, darle las gracias a Pablo Escobedo por la oportunidad.