1. Es un músico completísimo. Además de sus tremendas habilidades para tocar el bajo, es un cantante con una tesitura perfecta para el jazz y la world music, es compositor, arreglista y nació con la habilidad para aprender a tocar cualquier instrumento simplemente con ver a otra persona haciéndolo.
2. Hace música desde los cinco años. A esa edad, su abuelo le construyó un baláfono, instrumento de percusión africano, con un teclado de madera y resonadores de calabaza que son golpeados con unas barras de madera. Aprendió a tocarlo de inmediato y después nadie lo paró en su aprendizaje musical.
3. Siempre ha sido fiel a sus orígenes. Los ritmos africanos inundan cada uno de sus siete álbumes. Los primeros tres, Scenes from My Life, Reverence y Munia, muestran su talento único para contar historias a través de los sonidos. Debido a ello, sus conciertos siempre son una fiesta en donde los asistentes bailan porque bailan.
4. Le gusta trabajar en equipo. Se asoció con el congoleño Lokua Kanza y el cantante y compositor francés Gerald Toto, con quienes creó en 2004 el colectivo Toto, Bona y Lokua. Hizo un tour con el guitarrista Mike Stern y participó en un disco del guitarrista japonés Kazumi Watanabe. Además, realizó una gira con Pat Metheny y apareció como invitado en dos álbumes de Bobby McFerrin, entre otras colaboraciones.
5. Unifica su experiencia mundial. En 2009 lanzó The Ten Shades of Blues, que ilustra su experiencia con los diferentes matices del blues con los que interactuó durante sus giras por lugares como el Sahel, Brasil, India, Estados Unidos y Camerún. Poco después, fue honrado por el Festival Internacional de Jazz de Montreal con el Premio Antonio Carlos Jobim y se le ha reconocido como una gran influencia en la evolución del jazz.