El hombre que descubrió la “molécula de la felicidad”

EL ÁNGEL EXTERMINADOR

Pionero en la investigación de la mariguana terapéutica, Lumír Ondrej Hanus logró aislar la estructura de la “anandamida”, neurotransmisor relacionado con los receptores cannabinoides del sistema nervioso humano. Recientemente visitó México.

Lumír Ondrej Hanus logró aislar la estructura de la “anandamida”. (Especial)
Miriam Canales
México /

LUMÍR HANUS Y EL CANNABIS MEDICINAL

Lumír Ondrej Hanus —oriundo de República Checa y académico de la Universidad Hebrea de Israel— es uno de los científicos más renombrados a nivel global en el tema del cannabis medicinal, pues junto con el farmacéutico estadunidense Anthony Devane logró aislar, en 1992, la estructura de la “anandamida”, sustancia producida por nuestro cuerpo que se considera un endocannabinoide estimulante del estado de ánimo y un neurotransmisor que presenta una estructura química muy similar a la del THC de la mariguana. De visita a México como ponente en el simposio CannabiSalud, sigue pugnando por crear una consciencia en la sociedad para eliminar los estigmas de esta planta y mostrar otra imagen de sus beneficios.

Dice que el cannabis no es la panacea de las enfermedades, ¿pero qué efectos positivos ha encontrado en ella?

No es la panacea porque no trata todas las enfermedades, pero en el futuro podría lograrlo y va a revolucionar la medicina, aunque aún no está lista al ciento por ciento. Va a tratar a cierta gente, no a todo mundo ni toda enfermedad. Todas las enfermedades están relacionadas con los receptores cannabinoides del cuerpo y por eso a ciertas enfermedades las acepta y las trata. La panacea no existe, ese es un sueño de alquimistas.



En México estamos teniendo una discusión política en torno a su legalización. ¿Cómo acelerar una aprobación?

El problema principal son las empresas farmacéuticas, que toman todo y es demasiado el poder que tienen.

Pero también tiene mucho que ver la religión, el prejuicio, la ignorancia sobre el tema. ¿Qué piensa de eso?

El cannabis fue estigmatizado cientos de años atrás y ahora es irónico que la única forma de limpiar su imagen, después de todo lo negativo que se ha dicho, sea entendiendo que necesita tener menos de 1% de THC (compuesto psicoactivo) para ser funcional a nivel medicinal. Se están contradiciendo sus detractores, pero el avance es paso a paso, va de la mano no tanto de la legalización y producción, sino de la educación de la gente. ¿Cómo romper el tabú? ¿Qué se necesita saber para que haya un cambio? Quizá los políticos tengan intereses monetarios o de otra índole, pero si están enfocados en hacer las cosas bien para su país, deberían aprender, leer, escribir al respecto. Si los políticos son inteligentes, su país va a responder apropiadamente porque sería una ventaja mutua.



Mencionó en su conferencia que en la ex Checoslovaquia solía ser legal. ¿Qué pasó para que cambiara eso?

Siempre ha sido ilegal, pero después del Tratado de la ONU en 1961, lo hicieron radicalmente prohibido. Antes se usaba medicinalmente en los hospitales; en 1937 había unos 600 tipos de medicinas en Estados Unidos con cannabinoides y ya estaban convirtiéndolos en algo productivo hasta que llegó la prohibición.



¿En Israel ha encontrado obstáculos para su investigación, específicamente religiosos?

No, porque los ministros ortodoxos judíos ya lo han aprobado para su uso medicinal.



¿Qué se requiere para encontrar más investigadores jóvenes?

Se puede sentir que las nuevas generaciones quieren cooperar y eso llama la atención de la gente. Es importante estar en contacto con otros países y culturas; tiene que ser una contribución solidaria que necesita de la actualización de los jóvenes investigadores, quienes deben hacer que el tema evolucione.



¿En qué otros proyectos está trabajando hoy en día?

Estoy retirado de la academia, pero tengo un laboratorio donde hago investigaciones. Aunque aún no es oficial, hemos usado la planta para un proyecto muy grande curando la endometriosis. Ya tenemos una paciente a la que curamos con cannabis, pero necesitamos estudiarlo mejor. Estoy emocionado por eso.



¿Qué hace en su vida personal para no estar metido siempre en temas tan complejos como la prohibición y otras controversias?

Hago seminarios en varios países, trato de ayudar a que esos lugares legalicen el cannabis medicinal. Un buen ejemplo fue Macedonia en 2016, donde hubo un bache social muy grande pero ahora se ha convertido en el segundo país de los Balcanes en legalizar su uso. Cooperé en ello y ahora se logró que sea legal el THC en pequeñas dosis; con ello se tiene oportunidad de vaporizarla y hacer concentrados.



Personalmente, me gusta escalar montañas y con ello segrego endorfinas, entonces no necesito de ninguna sustancia para sentirme bien. Eso me hace feliz y me provoca una sobredosis de alegría.



Miriam Canales  

@miricaiba

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