El PAN sí es un hotel de paso, pero moderno

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Roberto Gil Zuarth advierte que Acción Nacional “no es hotel de paso”. Sin embargo, nosotros tenemos la evidencia de que el blanquiazul sí es útil para un rapidín

El PAN sí es un hotel de paso (ESPECIAL)
Karina Vargas
CdMx /

Es algo confortable, pero no demasiado para quedarse a vivir ahí. Así lo han demostrado numerosos militantes, como Javier Lozano, Gaby Cuevas o Tatis Clouthier que, tras su paso por esas paredes abrigadoras, decidieron partir a su verdadero hogar.

Invita a la libertad. Su cualidad actual de centro-derecha-izquierda y viceversa, da pie al encuere de aquellas mentes que igual gustan de experiencias extremas, prueban el sado o se limitan a mirar de lejos.

Es discreto. Cualidad perfecta para prácticas que requieren fingir demencia, excepto en aquellas sedes donde hay vidrios de doble vista. De caer en uno de ellos, hay que Barreiro todos los puestos de películas y esconder la evidencia.

Es accesible. Así seas un empresario o el trabajador de ese empresario, puedes militar en el partido, siempre y cuando tus ambiciones vayan a la alza. Si tu presupuesto es de fin de quincena, para eso están los hoteles de paso de carretera, tipo PRD o Nueva Alianza.

Es práctico para cualquier apuro. Sobre todo en época electoral, donde los deseos y la temperatura están más fuertes que los antidepresivos que le recetaron al PRI.

Para bien o para mal, es revelador. Después de un rato de catarsis dentro del partido, los seguidores pueden reforzar su amor por la militancia panista, buscar su independencia o recurrir a un verdadero trozo de bolillo y alivianarse del susto. ¡Experiencia completa!