Electrónica global a la mexicana

El Ángel Exterminador

Una de las revelaciones del reciente Vive Latino es Centavrvs, banda mexicana con uno de los sonidos más originales que ha surgido recientemente. El sabor local se fusiona con la salsa, la cumbia y el funk, como se muestra en Somos uno.

Centavrvs
EP ‘Pacífico’ (2012).
'Aniv de la Rev' (2013)
Centavrvs
Álbum 'Somos uno' (2018)
Silvia Herrera
Ciudad de México /

Puede sonar a chiste el modo como el grupo mexicano Centavrvs definió en principio su música, “electrónica regional mexicana”, pero eso es precisamente lo que presentan en las grabaciones de su primera etapa: los EP Pacífico (2012) y Aniv de la Rev (2013), y el álbum Sombras de oro (2014). Los temas que aluden a la Revolución Mexicana (“El caporal” y “La Valentina, “Máquina 501”, “Adiós al soldado”, “La cárcel de Cananea” y “La marcha de Zacatecas”) armonizan con su nombre, que es una referencia inmediata a Pancho Villa El Centauro del Norte. Además de esa parte local, lo electro, el rock, los ritmos bailables locales y el funk coinciden en su sonido. Denise Gutiérrez Lo Blondo, de Hello Seahorse!, colaboró con ellos en el tema “Por eso”, de Sombras de oro.

Con su nuevo álbum Somos uno (2018) el sonido se abre a lo latinoamericano para volverse una especie de “electrónica global a la mexicana”, pues ahora exploran hasta salsa. El disco fue producido por el grupo (Demián Galvez, DJ Rayo, Alan Santos y Paco Martínez ) y por el argentino Tweety González; entre los colaboradores encontramos, entre otros, a Rey David Alexandre (trombón), David Zlotnik (sax, flauta, clarinete), Miguel Cruz (timbales, congas, bongó y batá), Luis Ledezma (batería) y Mardonio Carballo (declamación). La participación de Rey David Alexandre destaca especialmente porque él es el responsable del toque salsero; igualmente cabe resaltar la calidad de las letras como en “El punto final”. Centavrvs fue una de las revelaciones del reciente Vive Latino y en la siguiente plática con DJ Rayo hablamos de la historia del grupo y del nuevo álbum.

¿Podrías hacer un resumen veloz de la historia de Centavrvs?

Comenzamos con dos EP, uno que se llama Pacífico y después con Aniv de la Rev que es un disco de reversiones de corridos revolucionarios. Después salió nuestro primer álbum que se llama Sombras de oro, que fue nominado al Mejor Álbum Alternativo, y ahora ha salido Somos uno, nuestro segundo álbum. Los sonidos y los instrumentos están en un campo más abierto. Que esté Mardonio Carballo en el disco es importante para darle ese sello de mexicanidad.

Por el material que presentan en Somos uno, me parece que lo de “electrónica regional mexicana” ha quedado rebasado.

Sí, totalmente de acuerdo. Al principio creíamos que era una buena etiqueta, pero como bien dices, el sonido de la banda se ha ido transformando. En este disco Somos uno el sonido es más global; todavía conserva la chispa mexicana aunque cantemos en inglés. Pero creo, que los sonidos, los instrumentos están dentro de un universo más abierto.

En términos de la instrumentación, me llama la atención la presencia de la jarana porque, por coincidencia, me ha tocado ver a dos extranjeros —Adán Jodorowsky y Jorge Drexler— incluyéndola en sus grupos.

Paco (Martínez) toca la jarana y nosotros siempre hemos tenido esa afición por los sones veracruzanos. La quisimos incluir aquí de un modo más protagónico en algunos tracks; y qué padre porque son músicas que nos encantan y están vivas.

Regresando al sonido global de Somos uno, se notan aires caribeños por la presencia de la salsa.

Fue como llegar a la salsa haciendo escala en Veracruz. El músico con el que grabamos los arreglos de trombones, Rey David Alexandre, que es veracruzano, tocó mucho tiempo con Willie Colón.

Para mí, sin necesidad de reivindicaciones nacionalistas, han conseguido que el sonido “mexicano” se aleje de los estereotipos y se haga más universal.

Creo que nosotros tratamos de hacer las cosas muy naturales sin caer en pretensiones. No saldría de otra forma, porque no es tan fácil hacer estas fusiones y que el resultado sea agradable al oído. Es un poco eso y en este disco queríamos equilibrar más la parte electrónica con lo orgánico. Eso fue el reto.

¿Qué tanto ayudó el productor argentino Tweety González para ajustar los sonidos?

Nosotros trabajamos muy a gusto con él, porque es muy paciente y tiene una orejas del tamaño de un elefante. Ahí estaba escuchando y si algo no le cuadraba, paraba la canción de una forma muy tranquila y nos decía lo que quería. Eso nos venía bien porque somos cuatro personas bastante intensas. Su personalidad y sabiduría y esos detalles muy argentinos que tenía, hacían que las canciones tomaran otro sabor.

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