La ciencia —aunada a la experiencia compartida por mujeres— nos ha aclarado algunas cosas sobre este tema. Lo más importante para mí es que se comprenda que cada persona es diferente. Todos somos únicos e irrepetibles, por lo que la experiencia de cada cuerpo será particular. El hecho de que unas la conozcan y otras no puede deberse simplemente a fenómenos fisiológicos y no a que sus compañeros o compañeras de cama no ubiquen un espacio en su interior que las haga estallar.
Eso sí: la búsqueda de estas fuente del placer puede ser muy divertida, por lo que les comparto algunos datos que les pueden ser de utilidad.
* Para la madrileña Diana J. Torres, disidente sexual e investigadora de este tema, la responsable es la llamada "próstata femenina", que integra las glándulas de Skene, ubicadas alrededor de la uretra, el conducto por el que se expulsa la orina contenida en la vejiga (a unos dos centímetros de la entrada de la vagina). En algunos casos y en algunas mujeres, se llenan de un líquido (no es orina ni sangre) que puede hacerlas crecer hasta tres veces su tamaño. Si se estimula esta zona, el fluido puede ser expulsado a través de un conducto bífido con salidas situadas a ambos lados del meato urinario. No es el fluido típico de la lubricación, sino de un líquido particular.
* Cuando se estimula esta "próstata femenina", la sensación que su poseedora tendrá será particular. Más intensa o diferente que la percibida durante las caricias en el clítoris o las paredes vaginales. Al principio pueden sentirse unas tremendas ganas de orinar. Eso ocasiona que muchas mujeres le pidan a sus parejas que se detengan o ellas se muevan, pues temen hacerse pipí en plena faena erótica. Si logran superar esta fase, sentirán un placer inmenso, delicioso, pero, ojo, eso no es sinónimo de eyaculación exterior, pues también existen los casos en los que el líquido, en lugar de ser expulsado, se dirige a la vejiga, donde saldrá junto con la orina (cuando eso pasa, la mujer siente ganas de ir al baño justamente después de haber tenido el orgasmo).
* Comprender esto nos lleva a dos situaciones: si creen que se están o les están estimulando las glándulas de Skene, en el momento en que comiencen a sentir mucho placer pueden apretar la parte alta de la pelvis como cuando se expulsa un chorro de orina con fuerza. Es posible que entonces el líquido salga. Para lograrlo es importante quitarse la vergüenza sobre lo que puede pasar. Si incluso haciendo eso no sale nada de na', seguramente será porque su "próstata" no genera tanto líquido, así que apenas saldrá un ligero chorrito o ni una gota, lo cual es normal (no se sientan mal porque no la experimentan).
* Otra posibilidad es que aparezca esa eyaculación femenina sin orgasmo. Los científicos y estudiosos del tema aún no logran definir en qué momento pueden unirse ambas acciones pero, por ejemplo, se da el caso en que el orgasmo proviene del Punto G, vecino de la "próstata", y su fuerza libera el líquido de las glándulas, pero también es posible que éstas se hayan llenado bastante (se habla que pueden contener hasta un litro) y tras cierta estimulación —sin llegar al orgasmo— se liberen.
* Lo que hasta ahora se sabe es que esta sustancia contiene antígeno prostático específico, el cual está presente también en las glándulas prostáticas masculinas. Otro de sus componentes químicos es la fosfatasa ácida, así como una mínima cantidad de orina.
* Según la sexóloga Deborah Sundahl, autora del libro Female Ejaculation And The G-Spot, es necesario, para vivir este acontecimiento, estar relajadas, ser conscientes del propio cuerpo, ejercitar los músculos pélvicos, masajear por dentro para encontrar el Punto G y las glándulas de Skene y pensar que no es una obligación sino un proceso tan placentero como divertido. ¡Buen viaje!
En el umbral oscuro la copa destelló...
En el umbral oscuro la copa destelló
y en mi mirada se adentró
la filigrana de la plata.
Bebe ,dijo su portador:
Y bebí sus ojos en el vino.
Y bebí el vino en sus labios.
Y él bebió sus labios en los míos.
Y encendí las velas.
Desplegó una sábana azul
que abarcaba los ocho cielos
salpicados del oro de los astros
y me envolvió y a sí mismo, en ella.
Y como el entero firmamento
me abrazó.
Y se adentró en mi vida
y en aquella noche
la deshojó hasta la tersura del alba.
Con el tacto del más leve pétalo
se dobló su cabeza en mi cuello,
sus bucles negros
emitían un aroma de abismo.
Y por su boca
besé yo la muerte,
y en torno a mí
replegó las alas.
La luna se quebró
en vertientes de nieve.
Los arrecidos astros desmayaron.
La gravedad estalló.
Un torbellino urente
abrió su espiral
a lo infinito.
Lluvias de meteoros
abrasaron los círculos
de la oscuridad.
CLARA JANÉS
Poeta, novelista, ensayista y traductora española nacida en Barcelona en 1940
La pasión desvelada
Dame tu voz antigua en cuyo acento escucho
el rumor de los bosques primitivos,
el canto misterioso de los seres selváticos,
el grito de agonía
de la primera virgen violada.
Dame tu voz antigua donde yo reconozco
mi propia voz extinguida,
aquella que cantaba hace milenios
en las frondosas selvas sin historia,
aquella que sonaba en el murmullo
de las límpidas fuentes intocadas.
Yo fui una gota de agua,
o un pájaro aturdido cruzando el aire nuevo
de la aurora del mundo;
acaso un pez de oro sobre cuyas escamas
probó el sol la dorada destreza de sus rayos.
Mas era ya la misma doliente criatura
que ahora soy, consumida de sueños y tristezas,
en el ardiente caos del Paraíso,
con los ojos abiertos al secreto de Dios.
Es tu voz el puente por donde regreso,
milenios y milenios traspasando,
a mi libre existencia de agua fresca,
de verde candidez. Mi carne gime
escuchando tu voz como si oyera
la llamada lejana y misteriosa
de las tribus sin nombre. Rituales
de sangre y fuego en el brutal nocturno,
aullidos fugitivos y, en la hierba,
mi cuerpo —¿de mujer?, ¿de reptil?, ¿de insecto?—
hollado por la bárbara dulzura
de la pasión del mundo.
SUSANA MARCH
Poeta española nacida en Alcalá en 1918