Toño: Buenas tardes compañeros. Mi nombre es Toño Escuincla, y soy un enfermo alcóholico.
Todos: ¡Hola Toño!
Toño: Me presento hoy ante ustedes, porque finalmente toqué fondo.
Todos: ¡Ay güey!
Toño: Miren, soy un locutor de radio motivacional, y hace unos días dije al aire (con todo y palabrotas que escucharon los niños), que si ganaba “ya sabes quién”, me iba del país, porque me había tomado tres litros de “ya saben qué”. La verdad es que durante la peda, mi mente alcoholizada pensaba: “¿A dónde iré? En Inglaterra hay buen whisky y cervezas, pero en España y Francia hay buenos vinos; en Rusia, Vodka; en Japón, sake… ¡pero en México tenemos el Tonayan, que es rico y barato!”
Soy un locutor que infunde optimismo a los radioescuchas, que habla de temas espirituales, por eso pensé que dos cervezas no me harían daño, quizás tres me inspirarían para dar hermosos discursos sobre el amor, la paz, la esperanza, pero en menos que canta un gallo ya llevaba diez six y dos cartones. En la borrachera pensé: “¡Milagro, milagro! ¡Soy un excelente profeta, pues reproduje tres chelas, como Jesús! Pero cual, en mis lagunas mentales olvidé que fui varias veces al Oxxo, hasta que dieron las 12 y dejaron de vender alcohol. Entonces golpeé la ventanilla y le grité al empleado que lo denunciaría al aire, diciendo que se roba los cambios.
Creía que yo era un influencer, pero ahora sé que solo soy un tipo que infla (y rudo).
A veces, después de unos tragos, salía al parque a respirar aire puro y ver a los jugar en los columpios, para llenarme de jovialidad y vida… Al menos eso creía, hasta que mis amigos me dijeron: “No, Toñito, haces otras cosas: Fuiste a juntar firmas para el Bronco y Margarita; pediste que le cortaran la mano a Nestora; que le dieran a Javidú el premio Nobel de la Paz; haces llamadas telefónicas nocturnas, con voz cavernosa, en contra del Peje; presumiste que ya habías cobrado tu Ingreso Universal Básico, que te dio Anaya, y te lo gastaste en caguamas; y lo peor: ¡te da por programar a Maluma y Arjona!”
Yo no quería creer esas cosas, hasta que mi amiga Cris Tenorio me mostró una grabación donde me estoy afiliando al Partido Verde. ¡Ayuda!
Bueno compañeros, eso es todo lo que quiero expresarles por hoy. Muchas gracias por escucharme. Felices 24 horas compañeros.