El Dotor Mit
Compatriotas, me siento emocionado, me siento honrado, me siento agradecido y entusiasmado por haber ganado con un 30% de diferencia a mi favor. ¿Quién lo iba a pensar? Ahora sí, Ricardo y Andrés Manuel, a ver quién les hace caso. Y tú, Jaime, venme a ver la próxima semana porque tengo un puesto de mochamanos para ti,
Hoy me comprometo a que las cosas buenas bajen y las cosas malas suban… no, perdón, que las cosas buenas bajen en el internet de las cosas y las malas suban a… a donde puedan, ¿no? Seguramente con Andrés Manuel, porque las suyas son puras ocurrencias que no ayudan al país…
¿Que ya gané? Ahhhh, sí, perdón, se me fue la onda. No me vean así, no sean manchados, eso déjenmelo a mí.
La mía no será una presidencia de caudillos ni de mesías, sino algo así como una mezcla de lo que iba a hacer Luis Donaldo con lo que hizo Enrique y lo que jamás imaginamos que debe haber hecho Carlos, todos grandes héroes de la patria, no como el payaso aquel que no tiene propuestas.
México será un país justo, con leyes que se cumplan para que nuestras familias vivan tranquilas porque tenemos más gente buena que mala, aunque son mayoría los “maomenos” y los un tanto maloras, pero cotorros. Eso sí, cada mujer tendrá la certeza de que podrá vivir segura, sin temor a ser lastimada, así que promoveré el matrimonio desde temprana edad para que las proteja su hombre. En México ya no habrá más pobres. ¿Saben cómo le vamos a hacer? ¡Acabaremos con la pobreza! Y así...
¡No me lo agradezcan! ¡Se acabó el peligrooooooo!
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Ricky Riquín Canallín
¡Lo logramos! ¡Vamos a cambiar a México! Nadie creía que íbamos a ganar. Decían: “Está pelón que lo logre”, pero aquí estamos. A ti, mexicano y mexicana que me ayudaste a alcanzar la presidencia, te doy las gracias. No, no me refiero a Manuel ni a Juan Barreiro, con ustedes ya me pondré a mano (aprovechando que El Bronco no ganó). Fue un camino difícil por la guerra sucia que hicieron en mi contra, pero no me doblaron. Hoy, más que siempre, creo en el poder democrático y en La unión, con su éxito “Hombre lobo en París”, que me motivó a aprender a tocar la guitarrita. A ti, Yuawi, te digo de todo corazón que sin ti no lo hubiera logrado, porque no me quedó el trajecito que usas y ya tenía pagada la canción. ¡Gracias, niño Wawis, por tantos momentos de canto y baile! Ahora me dirijo a ti, Donald Trump: Ai am not afrei of yu or yur government. Tudei yur rudeness tuwars mai country is over, ¿okey?.
Y bien, mexicano y mexicana, te reitero mi infinito agradecimiento porque por fin podré aumentar mi salario de cuatrocientos mil pesos y mis tres hijos podrán estudiar en Atlanta y no solo Mateo. Me comprometo a gobernar con responsabilidad, honestidad y carácter. Al finalizar mi gobierno todos los mexicanos tendrán mejor calidad de vida, mejor educación y sabrán utilizar el “internet de todas las cosas”, incluyéndote a ti querida Ale Barrales, a quien primero le enseñaré qué es una computadora. ¡Millones de gracias a todos y millones de pesos para mí! ¡Viva yo! Y también México.
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El Bronco
¡Ganamos, raza!
Ora sí llegó la auténtica tercera transformación mexicana: la primera cuando fui gobernador de Nuevo León, la segunda cuando el TRIFE me pidió perdón de rodillas, y ora ésta, que gané a la buena, como mi caballo cuando gana una carrera mientras mi vieja me hace trampa enseñándome facturas falsas pa’ sacarme más gasto (por eso Tornado come sirloin y mi vieja croquetas de caballo).
Lo primero que haré será quitarle su pensión a Fox, porque yo soy más ranchero que él y no cabemos dos agropecuarios en el mismo pueblo. Lo segundo, voy a modificar los planes de estudios de la SEP por los consejos de mi madre (que como todo mundo sabe, fue la que me educó y enseñó a falsificar firmas, cortar manos y discriminar mujeres). Por último: cero tolerancia a quienes se inyecten marihuana, pues cuando les falta la droga se ponen ansiosos y hacen motines en los penales (como en Cadereyta); en su lugar, voy a promover nuestras bebidas nacionales: tequila, pulque y mezcal, pues el alcoholismo es cosa de machos mexicanos y la droga de malinchistas agringados.
¡Pero ai’ les va lo mejor, huercos! ¡Voy a usar todo el peso de la ley y el rigor de mi gobierno pa’ tener mi propio show cómico de televisión por cadena nacional! ¿A poco no están de plácemes? ¿Se imaginan verme por televisión, cine y radio?
Estoy consciente de que gané las elecciones porque soy bien chispa, jocoso y ocurrente, y no le voy a fallar a los electores: mejoraré mis chistoretes con asesorías del Norteño y viendo películas de Chelelo.
¡Ora sí se soltaron los tigres del norte!
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Y el ganador es...
¡AMLOVE!
Después de 500 años de aflojarme en terracería, hacer campaña, comer pinole y chiflar “La Marsellesa”, por fin llegamos a la presidencia de la República. Quiero agradecerle al pueblo que me bendijo con su voto y al espíritu de Benito Juárez, que me habla desde el más allá y me encaminó por la senda de la victoria.
Este sueño que comenzó como una vaga idea cuando era un párvulo priista no se hubiera vuelto realidad sin el bullying que me hizo la mafia en el poder. gracias totales. No hay héroe sin villano ni gomichelas sin Panditas.
Dicen que la tercera es la vencida y así lo fue. Yo sí llegué al quinto partido, pero no como el que anhela el Tri en el Mundial, sino al quinto partido político que fundé para llegar a Palacio Nacional. ¿Y saben qué? ¡Sí se puede!
Mi amor por el pueblo bueno es como el del Oso corredor por Palomita, es decir, un amor de muchas lunas y más intenso que los tintes rojillos de Layda Sansores.
Pueblo, hoy inicia la cuarta transformación, mi cuarta transformación: en la primera fui priista, en la segunda perredista, en la tercera Movimiento Ciudadano y en la cuarta morenista.
Ha llegado la hora de los chairos, ese sector vilipendiado por fificracia y que estaban más perdidos que el mono capuchino en Lomas de Chapultepec. Se acabó. Desde ahora, ya no serán proletarios sin cabeza porque ha llegado su Peje precioso, su Moisés tropicoso que acabará con la corrupción.
Y bendito sea Dios que el tigre no despertó, mejor que siga huevoneando.
Por su atención, gracias.