Que me disculpe la raza humana, pero... los seres humanos somos bastante básicos y predecibles… Nos hacemos los sofisticados, los exóticos, pero en definitiva todos buscamos lo mismo, aunque suene un poco cursi: amar y ser amados. Y en el desarrollo del juego de la vida, nos creemos que para que esto suceda, tengo que acceder a cierto símbolos y juguetes, para luego poder sentirme de esta manera, feliz, pleno, amado, realizado y en paz.
Buscamos relaciones extraordinarias, dinero, lujos, un cuerpo perfecto, el trabajo de mis sueños, salud, fama, reconocimiento, y otras tantas cosas.
Hasta ahí todo genial, vamos casi todos para el mismo lado. Digo "casi todos" porque he visto gente que está más interesada en sufrir, pasarla mal y joder a otros, que en vivir una vida plena; pero bueno, después hablaremos de eso.
Hay algunos que alcanzan esos resultados tan buscados, pero la gran mayoría, no. Algunos alcanzan resultados extraordinarios en algunas áreas de su vida, pero en otras no. Por ejemplo, algunos son muy exitosos en el ámbito laboral, pero sus relaciones no funcionan. Otros, al revés.
Mi pregunta es: ¿por qué algunos sí y otros muchos no? ¿Suerte? ¿Destino? ¿Genes? ¿Karma?
No voy a entrar a filosofar en qué es la felicidad y qué no, de dónde viene o cómo alcanzarla. Me aburre. No me interesa saber qué es la felicidad, sino sentirla…je
Quizás sea una búsqueda que nunca se acabe. Quizás sea un laberinto o una trampa.
Cada vez hay más libros de autoayuda, de cómo salir de la depresión, cómo atacar el estrés, qué hacer con los desórdenes alimenticios, cómo mantener tu cuerpo sano, cómo dejar las adicciones, de desarrollar hábitos, de controlar tus emociones, meditación, mindfulness, liderazgo, cómo tener una relación de pareja extraordinaria, cómo hacerte millonario...y cada vez estamos más jodidos.
Ojo, yo también me leo todo, eh.
Por ahí leí que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud la depresión es la segunda enfermedad más frecuente de los seres humanos. Y vos ya sabés el impacto que eso tiene en tu cuerpo, en tus relaciones, ¡en tu vida!
Y se nos van los días buscando esa felicidad, buscando relaciones increíbles, trabajos importantes, dinero, un cuerpo fitness, fama, amor, el auto último modelo, esa foto en algún lugar del mundo, la casa de mis sueños.
Y encima, por lo general, no llegamos a alcanzar esos resultados, que tienes que sí o sí alcanzar para ser feliz. Y entonces me siento mal, frustrado, enfocado en lo que me falta, y por lo tanto infeliz.
Y a veces, por lo general muy pocas o muy pocos llegamos, alcanzamos ese resultado tan buscado y nos sentimos felices, plenos y satisfechos... ¿por cuánto tiempo?... ¿unas horas, un día, dos, un mes? ¿y después? ¡Queremos más!
Ojo, no estoy diciendo que esté mal. ¡A mí me encantan todo eso también! El punto, creo, es que pensamos que aquello es lo que me va a hacer feliz.
Eso en el supuesto que alcancés esas metas para ser “ALGUIEN” en la vida. Porque si no lo alcanzás parece que estás condenado al sufrimiento y la desvalorización, en la comparación permanente, de nuestro propio juicio y crítica de lo que hacemos o no, de nuestros resultados, poniendo el foco en aquello que nos falta, en lo que hicimos mal, en que nada es suficiente, en esa vocecita interna permanente que te dice que siempre falta algo, que la vas a cagar, que las cosas se van a poner peor, que no arriesgues porque duele, que tarde o temprano la vas a arruinar, que otros tienes esas habilidades y fortalezas que vos no tenés... etc. etc. etc.
Y es ahí donde me pregunto ¿Cómo carajo vamos a ser felices, con todo esto dando vueltas? ¿Será que alcanzar esa felicidad es realmente posible?
¿Será que nacimos para ser felices realmente? ¿No será que la felicidad está sobrevalorada o que estamos corriendo tras un modelo de éxito y felicidad que nos termina frustrando y estresando? ¿Y si empezamos cuestionando viejos paradigmas y modelos?
Quizá sea más simple de lo que creemos. Y aunque la vida no siempre sea justa, se puede poner buena. ¿Te animas?
Fer Aragon
Nací en Buenos Aires, Argentina. Estudié Administración de Empresas e hice un posgrado (MBA), trabajando en empresas hasta mis 35 años. Por esos días, año 2001, hice un entrenamiento en potencial humano que impactó profundamente en mi vida.A partir de allí, empecé a recorrer el camino del desarrollo de mi potencia y la búsqueda de un propósito de vida que me apasionara.
Estudié, me certifiqué como coach, tuve grandes maestras y maestros que me brindaron la posibilidad de crecer tanto en lo personal como en lo profesional. Y a partir de allí tuve el honor y el privilegio de entrenar a decenas de miles de seres humanos en toda Latinoamérica.
Hoy, me sigo entrenado con todos aquellos que se acercan a reinventarse, a crear no sólo resultados, sino a que estos estén totalmente alineados a un propósito de vida que inspire y provoque a otros.
Mi vida no es perfecta, pero #sepusobuena. Y eso es lo que me mueve, no sólo a seguir en este camino, sino de apoyar a que tu vida también se ponga buena. Porque me hago mejor haciendo mejor a otros.
@feraragonoficial
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