Francisco Vicente Soriano Rosales logró vencer al cáncer de páncreas detectado en etapa avanzada. Se sometió a un tratamiento quirúrgico agresivo en el que le retiraron tres cuartas partes del órgano afectado, del estómago, la vesícula e intestino; recibió diversas quimioterapias, radioterapias y fue controlado con morfina en la clínica del dolor.
“Estoy aquí. Sí se puede, ya tengo trabajo y aunque perdí mi patrimonio, hoy estoy vivo”, gritó Soriano Rosales tras colocar su placa en el Camellón de los Supervivientes, ubicado frente a la acera del Instituto Nacional de Cancerología (Incan), como símbolo de que el cáncer no es sinónimo de muerte.
Laura Suchil Bernal, jefa del departamento de vinculación Institucional del INCAN entregó un reconocimiento y su placa a 12 personas que lograron, con intervención médica y voluntad, vencer esta enfermedad maligna.
“Éstos 12 supervivientes que hoy colocaron su placa fueron diagnosticados con diferentes tumores: cáncer de ovario, de mama, hematológicos, de páncreas, uno de los más agresivos. Seguramente algunos fueron identificados en etapas tempranas y también localmente avanzadas. El éxito y las respuestas al tratamiento desde luego se debe al diagnóstico acertado pero también a la voluntad de ellos de salir adelante”, explicó Suchil Bernal.
Martha María Hernández Dávila, de 31 años de edad, recibió su reconocimiento y su placa con emoción luego de haber sobrevivido al Linfoma de Hodgkin. "Tenía 17 años cuando perdí a mi padre, caí en depresión y empecé a sufrir gripa, escalofríos, sudoraciones, cansancio extremo".
“En el Incan me diagnosticaron a tiempo, este linfoma se confunde con tuberculosis. El tratamiento se basó en 12 quimioterapias, más de 20 radiaciones, cirugías y lo logré, incluso tengo la dicha de ser mamá de una niña de 8 años”, explicó Hernández Dávila.
En el "camellón de los supervivientes" colocaron también su placa Olga Lidia Hernández Pérez y Alma Carolina Martínez Montesinos, ambas vencieron hace 12 años el cáncer de mama.
“Sí se puede, estoy aquí”, dijo eufórica Martínez Montesinos, en tanto que Hernández Pérez comentó “hoy puedo contar mi experiencia y lo que me dejó es lograr convertirme siempre en una mejor persona”.
Laura Suchil Bernal dejó en claro que todos, por razones diversas, son susceptibles a tener cáncer, “hay que estar alertas, la detección oportuna es esencial como también acceder al tratamiento. Podemos lograr que el cáncer se convierta en una enfermedad crónica más, como muchas otras".
“Todas las personas que están aquí son prueba viviente de que el cáncer no es igual a muerte, sino a vida. Queremos que este camellón se llene de placas, que sea visible esta comunidad de supervivientes y se les apoye con programas que contribuyan, por ejemplo, a insertarlos a una vida productiva”, precisó Suchil Bernal.
Si bien, el Día del Superviviente no se pudo festejar la primera semana de junio, el hecho de que este miércoles se entregaran los certificados y las placas relativas a estar libres de cáncer, se convirtió en toda una fiesta entre pacientes, familiares, médicos. Unidos, lograron vencer al cáncer.
FS