En 2017, el Congreso de la Unión aprobó el uso medicinal de la marihuana, abriendo la discusión sobre su legalización total. Un grupo de empresarios, presididos por el agricultor Guillermo Nieto, se dedicaron a investigar los numerosos usos de la planta con la idea de invertir en este negocio, que para 2020 podría tener un valor de 30 mil millones de dólares.
Debido a ello, Nieto fundó la Asociación de la Industria del Cannabis en México (Anicann), a la que pertenecen 200 empresarios nacionales de diversos rubros que desean integrar las posibilidades del cannabis en sus negocios.
GUILLERMO NIETO
"Lo primero que tenemos que entender es que por nuestra situación geográfica, nuestro país es ideal para la siembra del cannabis. Se dio hasta en el periférico, el año pasado. Entonces, creo que debemos aprovechar tanto esas bondades del clima como las bondades que nos trae el Tratado de Libre Comercio para empezar a utilizar el mismo concepto de agricultura de exportación de la planta", explica Nieto.
Se dio a la tarea de formar la asociación como un medio de información: "Para nosotros era muy importante que los diputados de esta legislatura estuvieran bien informados de las bondades y las diferencias de esta planta para que se pudiera hacer una ley que beneficiara a todos los mexicanos”, explica.
Miguel Hernández, miembro de la Anicann, recuerda que “son cien años de un estigma que nos fueron metiendo a la fuerza y toda la información que había a la mano era negativa, entonces, hay que presentar las cuestiones positivas para luchar ahora y en cinco o siete años, derribar esos cien años de prohibición, de malas ideas y de mala onda, de desinformación que había sobre la planta. Pero esto te viste, te resguarda, te embriaga, te sana… es la panecea de la medicina tradicional. Para mí, es todo”.
Guillermo Nieto posee un amparo para la producción, investigación y autoconsumo de cannabis, brindado por la suprema corte de justicia. Ello le ha permitido estudiar la planta y facilitar información a quienes desean hacer negocios con ella no solo en el agro, pues tiene más de mil 500 usos, pudiéndose emplear para fabricar textiles, como material de construcción y combustible, en fármacos, cosméticos, comida y más.
“Hay gente de Nuevo León que son industriales restauranteros muy importantes y eso no significa que en su restaurante vayan a vender marihuana o quieran mezclar su negocio original con uno de cannabis, sino más bien están viendo otro tipo de necesidades cannábicas se tienen en el mundo. La verdad, la gran parte de nuestros asociados olfatean el negocio”, dice Guillermo antes de reconocer que por el momento su labor es meramente informativa, aunque espera que en breve proceda la iniciativa de ley promovida por Olga Sánchez Cordero para aplicar en la industria mexicana todo el potencial de la marihuana.
¿Cuándo cree que proceda esta iniciativa? Responde: “Creemos que es cuestión de tiempo, que en un marco muy optimista podría tardar un año y medio, y en poco más realista, para el primer trienio del presidente López Obrador tendremos ya una ley del cannabis bien implementada en México”.
“La legalidad nos conviene a todos, nos va a traer acceso a nuevas tecnologías y maneras de sembrar, cultivar, cosechar; entre más rápido nos metamos a la legalidad, esta industria va a crecer rápidamente”, finaliza.