La anorexia, la bulimia, los atracones, evitar o restringir la ingesta, entre otros. Son problemas relacionados a alteraciones en cómo las personas comen. Dichas conductas, pueden llevar a una persona a sufrir varios problemas de salud, tanto físicos como cognitivos y psicológicos. Son enfermedades psiquiátricas, que generan repercusiones en la calidad de vida de quien los padece llevando a las personas hasta la muerte.
Con la ayuda de la Lic. Diana Benhumea, psicóloga de doctoranytime, hablaremos un sobre la importancia de evitar los trastornos alimenticios.
Lucha mundial contra los trastornos alimenticios
El día 30 de noviembre, a finales del año 2012, algunas personas que veían la necesidad de crear un día de concientización sobre los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), impulsaron la idea de generar conciencia mediante campañas de educación.
Esto con el fin de que la población conozca de ellos, que haya menos estigma y se puedan prevenirlos o tener mayores vías y oportunidades de tratamiento. Es así como proponen usar como símbolo característico de la lucha contra los TCA, un lazo, listón o pulsera color azul claro, para representar la fe, la esperanza y la solidaridad a personas que los padecen y a sus familias.
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Afortunadamente, en la actualidad algunas organizaciones, instituciones y asociaciones se unen en campañas para concientizar a la población ante el sufrimiento de los pacientes y sus familias.
Los trastornos de la conducta alimentaria generalmente aparecen durante la pubertad o en la adultez temprana, sin embargo, en algunos casos pueden aparecer durante la niñez o la adultez avanzada. Vargas en el 2013 menciona que “los TCA son enfermedades que tienen como características principales un comportamiento distorsionado de la alimentación y una extrema preocupación por la autoimagen y el peso corporal”.
Los detonantes de dichos trastornos y que aumentan su frecuencia en la población, son los nuevos estándares en el aspecto físico, tendencias de moda y patrones en la alimentación. Y llevan a la persona que lo padece a conductas alteradas en su ingesta alimentaria y también en comportamientos en donde desean tener el control de su peso o medidas corporales.
¿Qué hacer ante una situación de TCA?
Cuando existe una sospecha de la presencia de un TCA, se debe contactar a un especialista en salud. Sobre todo, que esté especializado en el tema, él realizará la historia clínica y descartará alguna patología orgánica y/o psiquiátrica asociada o como consecuencia del TCA. También evaluará el estado mental para poder precisar la gravedad de los síntomas.
El diagnóstico será el parámetro para poder tener la mejor elección del tratamiento. Por lo general, son enfermedades que requieren de tratamientos largos. Dependiendo de la gravedad, pueden convertirse en enfermedades crónicas, con un promedio de 5 a 6 años. Además, tienen comorbilidades con algunos otros trastornos, como la depresión, la ansiedad, el abuso de sustancias, entre otros.
El tratamiento debe ser coordinado por un grupo multidisciplinario que incluye médicos de diferentes especialidades como psiquiatra, psicólogo, trabajador social y nutriólogo.
Las personas que padecen trastornos de la conducta alimentaria pueden tener consecuencias como la depresión, ansiedad y miedo a ganar peso. También pensamientos o conductas suicidas, ideas de hacerse daño a sí mismos, problemas sociales como en su trabajo, en la escuela, con sus amigos y familia, problemas en su crecimiento y en su desarrollo, trastornos de consumo de sustancias y en casos en donde los TCA se han agravado hasta la muerte.
Los padres tienen un rol fundamental en que los hijos tengan actitudes y hábitos sanos en su alimentación y una buena relación con la comida, al igual que con su imagen corporal. Todas las creencias tienen intenciones, tonos de voz y formas de comunicar una necesidad o preocupación de tener un cuerpo o peso. Así como la relación con la comida, los niños lo observan y se empiezan a generar creencias distorsionadas respecto a su autoimagen.
Es importante que procuremos establecer en nuestros hijos una comunicación con mensajes en donde nos aseguremos que entiendan que los queremos por quienes son y no por su aspecto físico.
Agradecemos la colaboración de Diana Benhumea Rojas, psicoterapeuta, quién compartió la información para el desarrollo de este artículo.
La anorexia, la bulimia, los atracones, evitar o restringir la ingesta, entre otros. Son problemas relacionados a alteraciones en cómo las personas comen.
Dichas conductas, pueden llevar a una persona a sufrir varios problemas de salud, tanto físicos como cognitivos y psicológicos. Son enfermedades psiquiátricas, que generan repercusiones en la calidad de vida de quien los padece llevando a las personas hasta la muerte.
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