Desde los 7 años fijó su meta en el espacio y lo logró, ella es Katya Echazarreta

Ahora la joven científica regiomontana pretende motivar a niños, jóvenes y adultos a trabajar en equipo para cumplir sus sueños.

Katya es la primera mujer mexicana en llegar al espacio exterior a bordo de la nave espacial New Shepard. S. GONZÁLEZ
Sandra González
Monterrey /

El apoyo de la familia es el impulso que te puede llevar hasta al espacio, así lo afirmó Katya Echazarreta, ingeniera electrónica y divulgadora científica mexicana.

Ella es la primera mujer mexicana en llegar al espacio exterior a bordo de la nave espacial New Shepard en junio de 2022 y ahora con la campaña de La Villita pretende motivar a niños, jóvenes y adultos a trabajar en equipo para cumplir los sueños, por difíciles que parezcan.

“Esas cosas que mi mamá me enseñaba, que si bien ella tuvo que vivir una vida un poco más como la vida de nuestras abuelitas o de nuestras bisabuelitas que se dedicaban a su hogar y a su familia, ella sabía que también existía la posibilidad de eso y más, de que sí podemos lograr más si nos apoyamos y si nos ayudamos entre todos y entre todas. Y ese justo es el mensaje que yo quiero compartir con esta campaña”, dijo.

A los siete años, Katya fijó su meta: llegar al espacio. La falta de oportunidades que tuvo su madre y las dificultades económicas que enfrentaron nunca fueron impedimento. La constancia y disciplina la llevaron a conseguir dos becas completas y lograr su objetivo.

“Los sueños son difíciles y también nuestra situación de vida puede ser difícil. Nosotros no controlamos lo que nos sucede cuando nacemos. Nosotros no controlamos quién es nuestra familia, no controlamos dónde vivimos, cuál va a ser nuestra primera casa, cuáles van a ser esas oportunidades que vamos a poder tener durante nuestra niñez, pero sí podemos controlar nuestras decisiones, controlar lo que hacemos al respecto y sí podemos controlar nuestras mentes”, agregó.

Aunque conquistó el espacio, los pies siempre los ha mantenido en la tierra gracias a los consejos de su mamá.

“Yo imaginé un momento donde yo podía prestarle mis ojos. Yo me imaginé a mi mamá en la Tierra esperándome, viendo hacia arriba y poder prestarle mis ojos por unos minutos, para que ella pudiera ver lo que yo estoy viendo en ese momento”, dijo. 

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