En la farmacia es posible adquirir muchos medicamentos sin receta, que en general resultan útiles ya sea para aliviar un dolor de cabeza, detener una incómoda diarrea o parar el moqueo constante que deja un catarro.
Sin embargo, en algunos casos su uso, más que un beneficio, puede traer efectos negativos en la salud. Por ejemplo, el Antiflu Des o el Rosel, medicamentos contra la gripe que contienen tres sustancias activas: clorfenamina, paracetamol y amantadina.
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Si bien las tres tienen efectos secundarios, la última puede llegar tener consecuencias negativas en el cerebro. Es por esta razón que el médico epidemiólogo con estudios en la Universidad Harvard y la Universidad Johns Hopkins, Diego Ramonfaur, no recomienda su uso.
Sin embargo, este no es el único medicamento utilizado para la gripe que puede ocasionar efectos adversos, según señalan investigaciones médicas e instituciones.
Theraflu
Hay algunos medicamentos que se pueden tomar como si fueran tés, como el famoso Theraflu (que contiene paracetamol, feniramina, fenilefrina), sin embargo, si bien esta bebida caliente puede reconfortar y aliviar algunos síntomas de la gripe, también puede traer efectos no deseados.
Es por ello que, de acuerdo con la guía farmacológica Vademecum, su consumo se debe mantener bajo supervisión médica en pacientes con problemas cardíacos, presión arterial alta, asma, diabetes, problemas de tiroides y problemas hepáticos. Además se debe utilizar con precaución en pacientes con alteración renal y/o hepática.
Asimismo, se advierte sobre el riesgo de daño hepático si toma más de la dosis recomendada o se mezcla con alcohol u otros productos que contengan paracetamol.
Ojo con el Tempra (y en general con el paracetamol)
De acuerdo con el Catálogo de Medicamentos Genéricos Intercambiables, el paracetamol no se debe consumir por periodos prolongados.
Este popular fármaco que podría parecer una gran aliado durante los días de mocos y ojos llorosos tiene algunas contradicciones, y es que para aliviar los síntomas y reducir la fiebre primero tiene que ser metabolizado por el hígado por lo que su uso prolongado y en dosis elevadas puede ocasionar problemas renales.
Es por ello que se debe administrar con precaución en pacientes que ya tengan problemas en el hígado, al igual que en aquellos que están recibiendo medicamentos hepatotóxicos.
Quienes toman este medicamento de forma rutinaria tienen un 63% más posibilidades de morir de forma inesperada, un 68% más probabilidad de sufrir un infarto y hasta un 50% más de tener una úlcera o sangrado estomacal, esto según un artículo publicado en 2014 en la revista Annals of the Rheumatic Diseases.
Un ‘paro’ de ibuprofeno
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno, pueden llegar a provocar úlceras, hemorragias o perforaciones en el esófago, el estómago o el intestino.
Además, según un estudio publicado en el Journal of the American College of Cardiology, en dosis altas, el ibuprofeno también aumenta el riesgo de ataques cardíacos y otros problemas que afectan el corazón.
Descongestionantes
De acuerdo con Lisa Buss Preszler, Farmacéutica diplomada de la Farmacia de Mayo Clinic en Rochester, si bien pueden ayudar a una personas a quitar la molesta sensación de no poder respirar por la congestión nasal, estos medicamentos también llegan a aumentar ligeramente la presión arterial.
Además, sus principios activos pueden ‘chocar’ con el tratamiento utilizado para el control de la presión, haciéndolos menos efectivos, lo que resulta riesgoso para las personas mayores así como aquellas que sufren de presión arterial alta. Sumado a ello se ha encontrado que pueden generar un efecto ‘rebote’ tras un uso prolongado, lo podría significar que una persona termine más congestionada que cuando inició el tratamiento.
Medicamentos 'combinados'
Investigadores de Nueva Zelanda dieron a conocer en 2015 que algunos medicamentos sin receta para tratar la gripe combinan el paracetamol con la fenilefrina lo que puede tener efectos secundarios serios, como arritmia, aumento peligroso de la presión arterial y temblores.
Los que te duermen
Está comprobado que los antihistamínicos de primera generación (como la clorfenamina, hidroxicina, difenhidramina, doxilamina y triprolidina) producen sueño. Si bien para algunas personas podría resultar beneficioso, muchas otras lo consideran como una desventaja.
Además, según una revisión publicada en Cochrane Systematic Reviews, si bien estos medicamentos ayudan a atenuar los síntomas generales del resfriado, estos solo son efectivos los primeros dos días de la enfermedad.
LHM