El cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado del país, pidió perdón a las víctimas de abuso sexual de la Arquidiócesis de México, al considerar que las estructuras eclesiales estuvieron marcadas por la complicidad, el silencio, la indiferencia y por obstaculizar la justicia. También oró para que no haya impunidad dentro de la Iglesia por este delito y para corregir los errores del pasado.
En la Jornada de oración por las víctimas de abuso sexual, realizada en la Universidad Pontificia, Aguiar Retes pidió “que todos aquellos que han sido abusados física, emocional y sexualmente por los ministros católicos sean respetados y acompañados por medio de gestos concretos de justicia y reparación para que se sientan sanados”.
A las víctimas, el cardenal les recordó que “la vida no se acaba cuando sucede un drama o una tragedia; es una huella que hay que sanar y la mejor forma de hacerlo es mirando hacia el futuro”. También los animó a “mirar hacia adelante y a no ser esclavos del pasado. Tenemos que ser conscientes de que todavía hay un camino por recorrer y que en éste Dios no solo será confianza, sino sostén”.
Elementos al acompañar
Ante las víctimas y familiares que los acompañaron a la Jornada de oración, Aguiar Retes pidió por “todos aquellos que han sido injustamente agredidos por personas que debían acompañarlos en el camino hacia el amor y el descubrimiento de Dios. Pidamos que todos seamos capaces de generar en el otro, en el caído, ese cuidado que necesita el ser humano cuando se encuentra hundido”.
Expuso tres elementos para acompañar a las víctimas: mantener la confianza en Dios, “cuando algo muy grave pasa de lo cual somos inocentes”; seguir adelante a pesar de la tragedia .
El cardenal pidió “perdón por las estructuras eclesiales marcadas por el silencio, la complicidad y la indiferencia que permitieron el abuso. Por fallas en los procesos de intervención y por obstaculizar que las víctimas puedan acercarse a la sanación y a la justicia.
“Perdón por haber ignorado los efectos y las consecuencias que sufre una víctima de abuso sexual, por la revictimización y por el dolor que hemos ocasionado a sus familias al no mostrar el rostro de misericordia de la Iglesia. Y perdón por no formarnos lo suficiente para ser eficaces en los procesos de ayuda por los abusos excesos y negligencias en el tratamiento de cada caso”.
Ceremonias necesarias
Víctimas y familiares que los acompañaron prefirieron pasar al anonimato en un auditorio con cupo de 500 personas que se vio rebasado por la asistencia. Uno de los asistentes, Joaquín Aguilar, director de la Red de Víctimas de Abuso Sexual por Sacerdotes (SNAP), señaló que estas ceremonias “son necesarias para la reparación, pero también se necesita que se haga justicia y, sobre todo, que se realicen campañas de prevención”.
También destacó la importancia de la asistencia de sacerdotes y religiosas en la jornada, porque son las personas que tienen contacto con los fieles.
El sacerdote Daniel Portillo Trevizo, director del Centro de Investigación y Formación Interdisciplinar para la Protección a Menores (Ceprome), organizador de la ceremonia, en su mensaje inicial señaló: “Trabajando todos unidos lograremos atender no solo los casos cometidos en nuestro país, sino ayudaremos a la crisis que este desastre estructural ha dejado en la vida de las víctimas”.
Ceprome es el centro que ofrece cursos a los sacerdotes, religiosos y laicos para establecer espacios seguros para los menores en las parroquias y capacitarlos en atención a las víctimas, además de cómo se debe proceder en casos de una denuncia de abuso sexual por parte de un sacerdote o laico.
Esta es la segunda Jornada de oración, organizada por Ceprome y la Universidad Pontificia de México.
El secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Alfonso Miranda, afirmó que los menores abusados sexualmente por sacerdotes son “mártires de nuestra época” y admitió que la jerarquía católica actuó de manera incorrecta para tratar estos temas.