¿Papitas fritas o manzana? Es probable que si alguien tiene que escoger entre estos dos alimentos elija las frituras antes que la fruta, pese a que tenga claro cuál es la opción más saludable, así lo asegura la Dra. Rocío Mediana, cofundadora del Colegio Médico de Cirujanos y Profesional en Obesidad y Nutrición de Nuevo León.
Y es que, de acuerdo con lo declarado por especialista, hay diversos puntos que propician este comportamiento y también se vinculan con las razones por las que en México existen cerca de 50 millones de personas adultas con sobrepeso u obesidad según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut).
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¿Qué pasa con la obesidad en México?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se ha encontrado que a nivel mundial ha habido un aumento de comida rica en grasa junto con una disminución de la actividad física.
Al respecto, la doctora Rocío señala que esto ha propiciado que en México haya un ambiente obesogénico asociado con una mayor cantidad de alimentos que contienen jarabe de maíz, así como la llegada de la “dieta western” (hamburguesas, pollo frito, pastelillos, etc).
“El ambiente obesogénico no es más que la disponibilidad de alimentos densamente calóricos, altos en grasas saturadas, altos en sodio, altos en calorías, pero con muy pocos nutrientes y además de accesibles económicamente hablando”, explica.
Ello, sumado al sedentarismo crea la fórmula perfecta para el aumento de casos de obesidad y sobrepeso. Sin embargo, para atender el problema no basta centrarse en lo que se consume y en la energía que se gasta sino que hay otros puntos que hay que tomar en cuenta.
De hecho, la especialista reitera que para dar un tratamiento a una persona que tiene sobrepeso u obesidad los médicos tienen que “escarbar” en la vida de los pacientes.
“Hay que investigar neurofisiologicamente cómo se encuentra, hormonalmente como se encuentra, cuál es su entorno, qué influencias ambientales y genéticas tiene, su grado de estrés, es decir: ver a una persona como un todo. Ya vimos que hacer dietas como única solución para el sobrepeso o la obesidad no es efectivo”, explica.
¿Mente y cuerpo?
La doctora hace énfasis en que, para que las personas puedan virar a un estilo de vida más saludable debe ser atendido el factor emocional y psicológico.
“Para abordar el problema de sobrepeso y obesidad hay que empezar desde la mente”, destaca.
Al respecto señaló que en los últimos años se ha comenzado a estudiar a mayor profundidad la forma en que se crean y adoptan hábitos así como en la influencia psiconeurológica en la alimentación, especialmente analizando el eje que estómago - tejido adiposo - cerebro.
Bajo este sentido la especialista ejemplificó con el caso de los alimentos procesados, mismos que, según explicó, pueden llegar a propiciar una adicción.
“La presencia de sodio, grasa y azúcar en un mismo alimento te genera adicción. La industria de la alimentación lo sabe: esta combinación es altamente adictiva (...) así a través de la comida se puede generar un gusto y una necesidad emocional por consumir este tipo de alimentos”, sentenció.
Bajo este sentido destaca que si bien puede existir una dependencia a consumir ciertos alimentos, es posible dejarlos y fomentar hábitos positivos para la salud.
Dormir
Acompañado de una buena alimentación, el cuidado de la salud mental y el ejercicio se encuentra otro factor que intervienen en el control del peso y es el dormir bien.
“Hay estudios que han demostrado que las personas que no duermen suficientes horas y se levantan cansadas tienden a comer más y tomar peores decisiones en cuanto a la comida, entonces la obesidad se ha relacionado con el insomnio o con el mal dormir”, explica Medina.