Alrededor de 90% de los mexicanos no se vacuna antes de salir de viaje

Según los especialistas, se calcula que en el mundo hay más de 500 millones de portadores de Neisseria meningitidis, es decir, personas sanas que tienen la bacteria en la garganta pero no manifiestan síntomas.

Pueden adquirir y contagiar el meningococo a su regreso
Blanca Valadez
México /

En el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México, anualmente circulan más de 45 millones de viajeros nacionales e internacionales, pero solo 10 por ciento de ellos (4 millones), se aplica vacunas antes de viajar. Estas inoculaciones los protegen de contraer y transportar microorganismos que pueden provocar brotes en su regreso a casa. Ejemplo de esto es el meningococo (Neisseria meningitidis) que afecta al sistema nervioso, causa discapacidad severa y hasta la muerte.

El doctor Jorge Baruch Díaz Ramírez, responsable de la Clínica del Viajero de la UNAM, explicó que en las salas de espera del aeropuerto se han aplicado encuestas que reportan que solo 10 por ciento de los viajeros se vacuna antes de volar. Díaz Ramírez recomienda protegerse cuando viajan hacia una nación donde pueden existir infecciones endémicas que, a su regreso a casa, puedan ocasionar contagio a su familia y a su círculo cercano.

“Estamos hablando de que 90 por ciento de los mexicanos que viajan no está consultando a un médico antes de salir del país”, explicó Díaz Ramírez, tras referir que en el mundo, por ejemplo, se calcula que hay más de 500 millones de portadores de Neisseria meningitidis, es decir, personas sanas que tienen la bacteria en la garganta pero no manifiestan síntomas.

“Se trata de portadores que resultan —abundó—, difíciles de rastrear clínicamente porque solo contagian a otras personas con dicha bacteria a través de la saliva, ya sea por un simple beso, platicar directamente en un lugar cerrado, o a través de secreciones respiratorias emitidas durante un estornudo o la tos, asimismo, por compartir cubiertos o estar varias horas hacinado, como es el caso de los vuelos internacionales”.

“El estado de portador no presenta síntomas, pero sí transmite la bacteria y, cuando infecta a alguien más, esa persona puede no enfermarse de inmediato; sin embargo, al regresar con su familia, sobre todo si hay niños menores de cinco años, embarazadas o convive con personas con VIH/sida, puede transmitirles el meningococo que se presenta en su forma severa en cuestión de horas”, abundó el doctor Rodolfo Jiménez Juárez, infectólogo del Hospital Infantil de México Federico Gómez.

En 24 horas, las personas infectadas pasan de tener un resfriado a desarrollar vómito, fiebre alta (39 a 40 grados), sensibilidad a la luz, rigidez de nuca, pérdida de audición, dificultad para ver correctamente, erupción cutánea hemorrágica o hasta caer en un colapso circulatorio letal.

“Cuando hay una infección en la sangre (meningococcemia), la mortalidad es de 40 por ciento, esto es, cuatro de cada 10 personas que lo tienen mueren en 24 horas. Existe 15 por ciento de pacientes que puede sobrevivir, pero tendrá secuelas como sordera, epilepsia, parálisis cerebral infantil, infartos cerebrales, entre otros. También llegan a desarrollar trombosis en las manos y en los pies. No se sabe exactamente bien por qué algunas personas sanas van a desarrollar la enfermedad y otros solo tienen al meningococo en la garganta”, subrayó Jiménez Juárez.

Se calcula que al año alrededor de 1 millón 200 mil personas en el mundo contraen el meningococo en guarderías, dormitorios universitarios, cuarteles militares, en cárceles, asilos y en los aeropuertos.

En México hay un subregistro de la enfermedad; sin embargo, la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud ha reportado un incremento de ciento por ciento en el número de casos entre 2016 y 2017.

“Este tipo de bacterias forma parte de las infecciones de baja frecuencia, por lo que solo se realiza vigilancia pasiva de la misma. De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana se le pide a los clínicos ‘¡doctor, si usted tiene un caso de meningococo necesito que me lo reporte!’, entonces es más fácil que de este lado fallemos informando a la autoridad, sobre todo porque avanzan tan rápido los síntomas que no da tiempo de hacer un estudio preciso”.

Para el especialista, en México el subregistro de casos con meningococo es importante, y lo grave es que existe la vacuna que puede prevenir que los niños menores de dos años, adolescentes de 10 a 19 y adultos de 25 a 44 puedan fallecer por meningitis meningocócica grave. La vacuna se aplica desde los nueve meses de edad hasta los 55 años.

Esta enfermedad causada por el meningococo es altamente contagiosa y afecta las membranas que rodean al cerebro y a la médula espinal.

La vacuna no se aplica en el sistema nacional de inmunización pese a que se trata de una infección altamente contagiosa, mortal y discapacitante en caso de sobrevivir.

De hecho, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) solicitó a los países a reforzar la vigilancia para detectar brotes de la enfermedad. Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Estados Unidos, México, Uruguay y Venezuela, son las naciones que han reportado casos de meningitis meningocócica.

“En México, detalló,, se han reportado de manera oficial alrededor de 35 casos, es decir, en apariencia hay una prevalencia de contagios relativamente baja”; sin embargo, añadió que solo se notifican los casos confirmados mediante cultivo y todos aquellos niños, adolescentes y adultos jóvenes que fallecen, en ese lapso de 24 horas, quedan excluidos de las listas de los reportes epidemiológicos.

“Algunos portadores de la bacteria —aclaró—, son protegidos por su sistema inmunológico; sin embargo, otras personas se enferman y contagian cuando tienen factores de riesgo como el tabaquismo (...)Cuando se rompe la barrera de la mucosa de la garganta se desarrollan enfermedades respiratorias y la bacteria tiene alta posibilidad de irse al torrente sanguíneo y llegar al cerebro”.

Los especialistas instaron a vacunar para prevenir las infecciones por meningococo a la población de nueve meses a 55 años. De los nueve a los 23 meses con dos dosis y de los dos a los 55 años con una sola dosis.

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