Un aumento dramático en los casos de covid-19 ha dejado de lado a más de 800 policías y bomberos de la ciudad de Los Ángeles y ha llevado a tiempos de respuesta de ambulancias y bomberos un poco más largos, lo que se suma a las preocupantes ausencias en todo el estado de oficiales de seguridad pública, trabajadores de la salud y maestros.
El alcalde Eric Garcetti dijo el jueves que más de 500 oficiales de LAPD y otros empleados de la policía y casi 300 bomberos estaban fuera de servicio después de dar positivo por covid-19, aunque dijo que se estaban tomando medidas para garantizar la seguridad del público.
"Este es un momento increíblemente difícil", dijo Garcetti. "La variante omicron ha despegado como la pólvora".
El rápido aumento de infecciones de empleados públicos y trabajadores de primera línea está reflejando la tendencia en el público en general impulsada por la variante ómicron de rápida propagación detectada por primera vez a fines de noviembre.
El estado más grande de la nación extendió un mandato de mascarillas interiores hasta el 15 de febrero para evitar hospitales abrumadores, ya que los casos se multiplicaron casi por cinco en las últimas dos semanas. Dos de cada cinco hospitales prevén una escasez de personal crítica y algunos tienen una cuarta parte de su personal sin personal debido al virus, dijo Kiyomi Burchill de la Asociación de Hospitales de California.
A pesar de la rápida propagación del virus, las vacunas están previniendo enfermedades graves, dijo la directora de Salud Pública de Los Ángeles, Barbara Ferrer, quien indicó que la propagación explosiva podría disminuir el próximo mes.
mg