Las tasas de vacunación contra covid-19 para la policía y el personal de bomberos en Los Ángeles y los empleados de prisiones en todo California son significativamente más bajas que el promedio del estado para otros adultos, lo que genera preocupación entre los especialistas en ética médica y los líderes de seguridad pública sobre si los socorristas no vacunados podrían convertirse en una amenaza para la salud pública.
Si bien, alrededor del 72% de los californianos adultos y el 64% de los residentes de Los Ángeles de 16 años o más han recibido al menos una dosis de vacuna, solo alrededor del 51% de los bomberos de Los Ángeles y el 52% de los oficiales de policía de la ciudad están vacunados al menos parcialmente, Los Angeles Times informó el sábado.
Menos del 30% del personal del Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles ha recibido dosis de vacunas a través de las clínicas de empleados, y alrededor del 54% de los empleados de correccionales estatales están vacunados al menos parcialmente.
El alcance de la baja tasa de vacunación no está claro porque no todas las agencias mantienen un registro de quién recibió sus dosis, ya sea en su lugar de trabajo o en otro lugar.
Los analistas encargados de hacer cumplir la ley y los especialistas en ética dijeron que los trabajadores de seguridad pública deberían poder tomar decisiones independientes sobre su salud. Sin embargo, dijeron que la renuencia a vacunarse es un tema de preocupación pública porque trabajan en espacios cerrados, como cárceles y juzgados, e interactúan con algunas de las poblaciones más vulnerables.
mg