El que hoy tengan lugar misiones espaciales exitosas, como la que hace unos meses llevó a cabo SpaceX y la NASA con la capsula Dragón, implicó que en la historia del desarrollo aeroespacial tuvieran lugar varios momentos que no siempre fueron gratos, tal es el caso del accidente del Transbordador espacial Challenger en 1986.
Pero antes de este suceso, otra desgracia espacial le dio la vuelta al mundo: el incendio del Apolo 1 durante un ensayo en Cabo Cañaveral, Florida. Esto ocurrió un día como hoy, 27 de enero, pero de 1967.
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Ese día de 1967, los astronautas Virgil Ivan Gus Grissom, Edward Higgins White y Roger Bruce Chaffee entraron a la cabina del Apolo para un ensayo general previo a un lanzamiento espacial que tendría lugar el 21 de febrero.
Alrededor de la 1 de la tarde, los tripulantes ingresaron a la nave. Pero todo se desato horas después, cuando un cortocircuito provocó un incendió
Según el portal BBVA OpenMind, "la cabina estaba llena de materiales inflamables, sobre todo redes de nailon y velcro, elementos destinados al almacenamiento. Incluso los trajes presurizados de los astronautas eran de nailon. Todo ello podía prender aún más fácilmente en la atmósfera de oxígeno puro que llenaba el módulo".
"Una vez declarado el fuego, los astronautas se encontraron atrapados sin posibilidad de escape, ya que la escotilla se abría hacia dentro; estaba diseñada para que la diferencia de presión, mayor en el interior, sellara el cierre", agrega el sitio.
Ante esto, los viajeros espaciales no tuvieron ninguna posibilidad de escape. Destaca que la extracción de sus cuerpos tomó aproximadamente 90 minutos.
En el aniversario número 50 de la tragedia (2017), Thad Altman, presidente de la Fundación Conmemorativa de los Astronautas del Centro Espacial Kennedy, señaló que "los tres astronautas del Apolo 1 perecieron en un trágico incendio en la cabina, pero de su muerte hemos aprendido importantes lecciones para inspirar a las generaciones futuras y continuar".
En ese mismo evento, el ex astronauta Michael Collins, comandante y piloto de la misión Apolo 11, agregó que fue "cierto que hubo tres muertos, pero salvó años más tarde a más de tres", pues la desgracia aumentó los estándares de seguridad en las misiones espaciales.
yhc