BUAP investiga enfermedades del cerebro y apoya en búsqueda de fármacos y tratamientos

Se realizan investigaciones de enfermedades neurodegenerativas, como Parkinson y Alzheimer, con el objetivo de colaborar con nuevos fármacos y tratamientos.

Neuronas, cerebro, análisis. | Foto de geralt en Pixabay
Jaime Zambrano
Puebla /

Investigadores y estudiantes del Laboratorio de Neurofarmacología de la Facultad de Ciencias Químicas, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) realizan investigaciones de enfermedades neurodegenerativas, como Parkinson y Alzheimer, que afectan al ser humano, con el objetivo de colaborar en el desarrollo de nuevos fármacos y tratamientos.

Ante el Día Mundial del Cerebro, la máxima casa de estudios dio a conocer a través de sus redes sociales la importancia del órgano y resaltó el trabajo que realizan los investigadores y estudiosos con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas.

“El cerebro es el órgano más importante de nuestro sistema nervioso central. El cerebro controla las actividades cognitivas (Pensar, abstraer, leer) y reacciones del organismo (Acciones y funciones corporales en respuesta a estímulos sensoriales). Representa 2 por ciento del peso corporal. Está conformado por 73 por ciento de agua. Consumo un 20 por ciento de la energía y oxígeno que consume el organismo”, detalla la publicación de la BUAP.

En su momento, Daniel Limón Pérez, jefe del Laboratorio de Neurofarmacología de la máxima casa de estudios del estado, destacó que académicas y estudiantes trabajar en las áreas de investigación, docencia y difusión del conocimiento.

Añadió que, a partir del trabajo que se realiza en las instalaciones ubicadas en Ciudad Universitaria, ya se desarrollaron más de 150 tesis de licenciatura y 10 de doctorado con resultados en beneficio de la sociedad.

Por otra parte, el investigador comentó que la enfermedad de Parkinson es un trastorno progresivo del sistema nervioso que por año registra más de 500 mil casos en México; y aunque no puede curarse, se investigan la posibilidad de usar nuevos fármacos en los tratamientos.

El Laboratorio de Neurofarmacología cuenta con áreas para el estudio de la conducta, en especial de los laberintos acuático de Morris y radial automatizado, los cuales son espacios cerrados, amortiguados, sin ruido y con temperatura adecuada para trabajar la memoria, aprendizaje y conductas motoras, en forma independiente y al mismo tiempo.

“El laberinto acuático de Morris tiene una tina de agua de 180 litros, para estudiar la conducta de roedores. Mientras que el laberinto radial automatizado, de ocho brazos de acrílico, permite registrar el momento y las veces en que el modelo animal entra a determinado brazo para tomar alimento”, explicó. Limón Pérez de León añadió que, actualmente, los experimentos son más automatizados, cuantitativamente hay mejores resultados, el sujeto de experimentación está mejor y el estudiante realiza de manera adecuada los experimentos; y, por consiguiente, se crean más espacios para la realización de tesis de investigación en licenciatura y posgrado.
CHM

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