El ganador del Nobel de Economía 2012, Alvin E. Roth, y el director general del Centro Mexicano Pro-Renal, Arturo Dib Kuri, dieron a conocer la campaña “7-14-21” basada en lograr el primer trasplante en cadena para siete personas con insuficiencia renal crónica que son incompatibles con 97 por ciento de las donaciones disponibles.
Luego de haber aplicado el algoritmo diseñado por Roth para encontrar un riñón compatible en una base mundial de donadores y salvar a Marisol Robles en 2017, el economista estadunidense y el trasplantólogo mexicano comenzarán la primera cadena de trasplantes más grande de América Latina.
En el caso de Robles, la paciente estaba en situación de “sensibilización”, como se le llama a la alta incompatibilidad con los órganos, ocasionada por el rechazo de un primer trasplante y diversas transfusiones.
INTERCAMBIO DE DONADORES
Siete personas, acompañadas de un donador con el cual no son compatibles, se valdrán del algoritmo matemático para buscar en la base de datos que empezó a diseñarse en el Centro Mexicano Pro-Renal —semejante a la Global Kidney Exchange (GKE), de Estados Unidos— para intercambiar donadores al encontrar un match renal perfecto, es decir, al donador altruista con el que sí se puede salvarle la vida.
Por el momento, Pro-Renal cuenta con una base de datos de 200 pacientes y, con esta campaña, se pretende incluir a más personas que requieren un riñón y cuentan con un donador familiar para formar esas cadenas de trasplantes cruzados de riñón con siete parejas, con 14 donadores y en un plazo de 21 semanas.
“Nosotros estamos enfocados en esos pacientes sensibilizados que tienen un familiar dispuesto a donar, aunque no sean compatibles. Estos pacientes tendrán la opción, como sucedió con Marisol Robles, la cual fue atendida en Estados Unidos, de encontrar a su compatible en México”, aseveró Dib Kuri, ex director del Centro Nacional de Trasplantes.
Abundó que se requiere de una serie de estudios de laboratorio de tipo genético, radiológico y tomografías para ver que los riñones se encuentren bien, y de diversas consultas para monitorear, por ejemplo, el corazón de receptor y donante.
Roth, que forma parte del Consejo Científico de Pro Renal, explicó cómo el algoritmo de compatibilidad permite el análisis de cientos de variables genéticas para determinar con exactitud la coincidencia genética, aún entre personas desconocidas, no relacionadas y ubicadas en diversos puntos geográficos, lo que permite que se puedan realizar hasta 30 por ciento más trasplantes en cadena.
“El algoritmo funciona buscando esa compatibilidad genética con estudios que resultan muy costosos y no los hace cualquier laboratorio. Por eso la campaña inicia con la convocatoria para que apoyen económicamente a estas personas, muchas pobres, con aportaciones que van desde un peso”, agregó Dib Kuri.
“Calculamos que cada paciente necesita alrededor de 500 mil pesos, cantidad que se destinará íntegra a las personas que requieren el trasplante”, aseguró.
Los pacientes, comentó, serán trasplantados en sus unidades de afiliación —IMSS, Issste, fuerzas armadas o institutos nacionales de salud— o en centros médicos certificados, garantizando la seguridad y el proceso de bioética requerido como marca las normas internacionales y nacionales.
Gracias al algoritmo, de acuerdo con Alvin E. Roth, se salvará un mayor número de personas y se reducirán las presiones financieras, ya que los tratamientos de diálisis y hemodiálisis superan los 250 mil pesos anuales. “Eso es lo que proponemos, que en lugar de que el paciente esté en promedio cinco años en hemodiálisis, se trasplanten”, comentaron.
Dib Kuri refirió que “en México hay alrededor de 12 millones de personas con algún grado de daño renal; poco más de 120 mil presentan enfermedad avanzada; entre 60 mil y 70 mil se encuentran con diálisis e insuficiencia renal terminal y son candidatos a trasplante”, pero a falta de donadores compatibles la tasa anual de mortalidad oscila en 13 mil pacientes.
“La lista de espera se conforma por 14 mil personas; de éstas, solo 3 mil se trasplantan al año, aun cuando creemos que alrededor de 7 mil tienen un familiar dispuesto a donar, pero que no es compatible”, concluyó el experto.