La tatuadora Berenice Vallejo conoce el dolor, la inseguridad y el miedo que trae consigo el cáncer de mama, pues fue diagnosticada con esta enfermedad en 2010 y le dieron “40 por ciento de probabilidades de sobrevivir”.
Afortunadamente, gracias a los tratamientos médicos y a su fortaleza, logró superar esta afección en las células, y pronto encontró la forma de ayudar a otras mujeres sobrevivientes: a través del tatuaje reconstructivo de areola y pezón.
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En entrevista con Paola Barquet para MILENIO Televisión, la artista grafica recordó el día que un doctor le pidió realizar un tatuaje reconstructivo: “Me negué, no quería hacerlo, pero al final mi socio me lo hace, lo presento ante los médicos, les encantó y me dijeron: ‘Esto lo vamos a seguir haciendo’”.
“Mi socio y mis compañeros de trabajo me dijeron: ‘La que lo tiene que hacer eres tú, eres la que pasaste por este proceso y tienes un vínculo con las pacientes, y nadie mejor que tú para hablar del tema’”, agregó.
Sobre esta labor, Berenice dijo que le resulta “muy fuerte” por el vínculo que genera con otras sobrevivientes: “Tengo un sentimiento empático y no deja de afectarme; al principio me daba temperatura, vomitaba, lloraba muchísimo, varias veces he querido dejar de hacerlo”.
Pero un sueño con su papá – fallecido en 2018 debido a un cáncer de tiroides – como protagonista la convenció de su labor: “Una vez lo soñé y me dijo: ‘Sigue caminando y deja de llorar’”.
“Con pandemia me hacen otro diagnóstico de que tal vez me quiten la otra mama y una serie de cosas, afortunadamente todo salió muy bien y dije: ‘Esto tiene que continuar’”, reveló.
Para la experta en plasmar tinta sobre la piel, el tatuaje reconstructivo"se está realizando cada vez más”, pero lo particular de su trabajo es que “yo lo viví, tengo 12 años de sobreviviente. (…) Esa empatía es la que hace la única diferencia”.
Y ante la pregunta de qué tan segura es esta intervención corporal, respondió: “Es en la epidermis, entra 2 o 3 milímetros la aguja, y la verdad es que no hay ningún riesgo. O en algún caso de que piensen que los implantes se pueden dañar, no tiene nada que ver”.
Asimismo, Berenice comentó que algo muy importante de la rehabilitación tras el cáncer de mama es recuperar la confianza, algo a lo que contribuye con su trabajo: “Yo puedo decir que hasta hace un año me empiezo a sentir como sobreviviente. El pasar por muchas cosas de crisis emocionales, económicas, con la familia, daña mucho tu espíritu”.
Además, cree que con sus obras puede evitar algunas cirugías estéticas: “Podrían tatuarse el pezón y la areola, quedar muy bien y no someterse a cuestiones tan agresivas como el quirófano”.
Por último, la artista, que puede ser contactada a través de Instagram en la cuenta @berenicevallejo.work, dijo que hace poco comenzó a promocionar sus tatuajes reconstructivos en redes sociales porque "para mí era un tema muy delicado y no quería haters por una cuestión vulnerable, de mi autoestima, pero en este momento ya lo empecé a publicar un poco más”.
hc