La Clínica Especializada “San Fernando”, del ISSSTE, recién abrió sus puertas para otorgar atención integral a menores de cinco años, mujeres embarazadas y adultos mayores de 60 años con Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH).
Ubicada en avenida San Fernando 15, al sur de la Ciudad de México, la Clínica Especializada, de acuerdo con su director general, Daniel Badillo Arriaga, implementará un programa de adherencia terapéutica que evita el desarrollo de la fase más grave y peligrosa de la infección conocida como Sida, que daña el sistema inmunitario.
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Contará con servicios como infectología, pediatría, ginecología, enfermería, trabajo social, nutrición clínica, psicología, y farmacia.
La nueva unidad pretende otorgar atención mensual a alrededor de 400 pacientes con VIH que fueron seleccionados de los hospitales Ignacio Zaragoza, Darío Fernández Fierro y Adolfo López Mateos, por tener un adecuado control de la carga viral, de sus CD4 en sangre, para combatir infecciones. Todos serán atendidos mediante citas programadas debido a la pandemia.
“No podemos atender a pacientes con Sida porque carecemos de urgencias y ellos enfrentan diversas problemáticas. Este sector seguirán siendo atendidos en su hospital de zona que cuenta con terapia intensiva”, aclaró el especialista.
Los pacientes seleccionados para atenderse en la Clínica de Especialidades recibirán antirretrovirales costosos, de última generación, como Biktarvy –una tableta sustituye hasta 20 fármacos tóxicos- y Tivicay –comprimidos- que resultan altamente efectivos para mantener bajo control el VIH y tener una vida normal e igual de larga que cualquier otra persona.
“Sabemos que VIH ya no es una sentencia de muerte”, explicó Badillo Arriaga tras explicar que también recibirán, en caso de ser positivos a la hepatitis C, el tratamiento curativo durante tres meses (su costo es superior a los 400 mil pesos por persona).
Si bien la clínica es para derechohabientes del ISSSTE, en su interior se colocó un módulo de detección de hepatitis C para todas las personas interesadas y, en caso de salir positivo, recibir asesoría sobre el tratamiento curativo.
Con la Clínica de Especialidades “queremos que nuestros pacientes logren la meta de 90-90-90 establecidos por ONUSIDA.
“Que el 90 por ciento de pacientes sepan que tienen y pueden vivir con VIH; lograr que el 90 por ciento tengan acceso a los antirretrovirales y que el 90 por ciento tenga una carga viral indetectable”, explicó en entrevista.
En la actualidad, el ISSSTE tiene registrados a 11 mil 161 pacientes con VIH que son atendidos en 71 unidades médicas distribuidas en todo el país. Según los reportes epidemiológicos, el 80 por ciento son varones y la vía de contagio principal fue sexual, el uso de drogas intravenosas, tatuajes.
La clínica trabajará de manera conjunta con especialistas en salud mental debido a que el estigma, rechazo familiar, siguen siendo causas esenciales del abandono terapéutico.
La psicóloga Daniel Gálvez comentó que aunque se cuente con el mejor tratamiento farmacológico, es indispensable atender al paciente ya que suele ser repudiado por la familia, amigos y medio en el que se desarrolla.
“Un hombre con VIH es clasificado de inmediato de ser homosexual aunque la causa de su contagio haya sido por inyecciones o tatuajes. También son discriminadas las mujeres casadas, muchas de las cuales prefieren no pedir ayuda por miedo.
“Nuestra labor es tratar de crear redes de apoyo solidarios e informados que permitan que el paciente se adhiera al tratamiento y no lo deje por sentirse solo y abandonado, rechazado”, aseveró.
Se incluyó también la atención psiquiátrica. Miguel Ángel Salazar precisó que “cuando un paciente se entera que es portador de VIH sufre un duelo y muchas veces requiere de medicamentos para reducir la extrema ansiedad y la depresión”.
Pero también, abundó Salazar, la psiquiatría contribuye a detectar el origen de cambios abruptos de conducta, como volverse más agresivo.
“Hay infecciones oportunistas que llegan al cerebro como la meningitis y que ocasionan esos síntomas psiquiátricos, cambios de conducta, que deben detectarse a tiempo”, aclaró el psiquiatra.
En tanto, la nutrióloga Maricela Garrido detalló que “una vez que los pacientes cuentan con sus medicamentos es necesario evaluar la pérdida o aumento de peso.
“Los antirretrovirales juegan un papel muy importante en los parámetros de glucosa, triglicéridos, pueden que estén aumentados, entonces la nutrición se encarga justamente de mantener bajo control cualquier factor de riesgo”, puntualizó.
La nueva unidad médica servirá como proyecto para la creación de clínicas especializadas para VIH en todo el país.
KACY