La ceguera o baja visión es la segunda discapacidad más frecuente en México, pero a pesar de la cifra, en muchas ocasiones no sabemos cómo actuar, tratar o ayudar a quienes están en esta condición; menos cuando este problema se relaciona con la carencia de otro sentido o cuando esto ha limitado el desarrollo cognitivo, la capacidad de relacionarse socialmente, de trabajar o explotar alguna de sus habilidades.
De acuerdo con el INEGI, al menos 44 por ciento de la población con alguna discapacidad tiene problemas para ver, ya sea porque perdió la visión de manera total o parcial, en uno o ambos ojos o son débiles visuales, es decir, que ni usando lentes pueden ver bien.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), indica que en el mundo hay 2 mil 200 millones de personas con deterioro de la visión cercana o distante, con un diferente nivel de deterioro, donde hay quien tiene problemas desde el nacimiento, quien sufre algún accidente o enfermedad, así como por el envejecimiento y advierte que al menos la mitad de estos casos pudieron haberse evitado.
Sin duda, refiere la OMS, repercute notablemente en niños y niñas pequeñas, porque “esto les puede ocasionar retrasos en el desarrollo motor, lingüístico, emocional, social y cognitivo, con consecuencias para toda la vida” así como bajos niveles de rendimiento escolar. En la vida adulta, la ceguera les aleja del mercado laboral y les genera mayores tasas de depresión y ansiedad; después de los 60 años, puede originar aislamiento social, movilidad limitada y riesgo de accidentes que les pueden generar otra discapacidad o incluso la muerte.
Con tanta gente en esta condición y muchas veces no sabemos cómo actuar, no respetamos ni procuramos sus derechos e incluso podemos caer en la discriminación por falta de información, desconocimiento, insensibilidad o por falta de empatía para entender cómo se vive en la oscuridad.
¿Qué significado tienen los colores en el bastón?
Una de las primeras cosas que debemos saber es identificar el problema de visión que tiene una persona puede ser ceguera total o baja visión. Esto último es cuando alguien apenas y logra ver algunas sombras o bultos, sin lograr distinguir a una persona, una letra o número, un auto que viene a lo lejos, una alcantarilla abierta o la denominación de una moneda o billete.
Para que una persona pueda tener autonomía para desplazarse es muy útil aprender a usar un bastón largo, plegable que le permite detectar cualquier objeto a su alrededor y en los casos donde hay señalética en el piso, pueden saber cuándo hacer un alto total o dar vuelta.
Su comunicación con el resto de las personas es a través de su bastón. Cuando usan el color blanco significa que la persona es ciega, si trae el color verde es que tiene baja visión y si está rodeado con franjas blancas y rojas se trata de una persona sorda ciega.
Tener presente esta información nos ayudará a saber cómo dirigirnos a ellos y ellas para apoyarlos si es que resulta necesario y tener claro que si le hablamos a una persona con bastón con rayas no va a ser posible que nos escuche y comprenderemos porque una persona con color verde usar su celular o necesita acercarse demasiado para tratar de distinguir cualquier elemento.
En los lugares que es posible usan el bastón para ir sobre la guía podotáctil. Para ello se colocan a un costado, por lo cual es importante mantener limpios estos espacios, no invadirlos, respetar su uso e instalar más por todos los espacios públicos para que puedan desplazarse.
¿Cuándo prestar ayuda?
Aunque normalmente se pensaría que una persona ciega necesita ayuda, Ana Karen Vargas, jefa del Departamento de Atención a las Personas con Discapacidad y Personas Adultas Mayores, señala que antes es necesario preguntar y no molestarse si alguien está logrando resolver la situación y quieren seguir haciendo sus actividades de manera autónoma.
“Para ayudarlas hay que generar confianza y preguntar si necesita ayuda y en caso de requerirse le vamos a colocar su mano en nuestro hombro para que nosotros seamos su guía, pero también es necesario entender cuando exista una negativa y no molestarnos y pensar que nadie la necesita” apunta.
También considera necesario no ignorarlos, porque normalmente cuando acuden con una persona como acompañante a alguna dependencia, se dirigen a esa persona, haciendo de menos a la persona con ceguera, como si no fuera capaz de tomar sus propias decisiones.
La especialista insiste en hablarles antes de hacer contacto y tocar el hombro o el brazo, como manera de tener contacto de manera respetuosa, no invasiva y preguntarle si requiere alguna ayuda, pues ellos o ellas son quienes van a decir dónde, a qué hora, cómo y cuándo.
Baja visión
La especialista de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), refiere que hay mucho desconocimiento de las personas sobre el tema y violentan a las personas con baja visión, se mofan de ellos porque lo ven en el celular o haciendo alguna actividad, tachándolos de farsantes porque piensan que están completamente ciegos y su realidad es que tiene muy baja visión.
“Podemos toparnos con esos tipos de situaciones y generar discriminación. Las personas ciegas desarrollan otro tipo de habilidades y por ello pueden desplazarse sin dificultad, apoyados de la memoria y otros sentidos, lo cual suele ser criticado por algunas personas” acotó.
Barreras y obligaciones
En México las personas con discapacidad tienen dificultades para ejercer con plenitud sus derechos debido a obstáculos sociales, culturales y físicos. El gobierno estatal reconoce que dependiendo de su condición socioeconómica o raza la diferenciación puede acentuarse más.
En abril del 2021 se promulgó la Ley para la Inclusión de las Personas en Situación de Discapacidad del Estado de México, con diversas obligaciones para que todos los sectores incluyan en el diseño de las ciudades alternativas para su movilidad de manera autónoma, pero a la fecha todavía existen muchas necesidades y dificultades para que ejerzan sus derechos plenamente.
Legalmente tienen derecho a una educación inclusiva de calidad y gratuita en todos los tipos y niveles educativos que propicie su conocimiento científico y desarrollar plenamente sus habilidades y destrezas pues no existen espacios educativos donde tengan materiales didácticos en sistema Braille, no existe equipamiento para poder desplazarse.
La norma estatal señala la necesidad de fomentar la inclusión de la enseñanza del Sistema Braille, fomentando la producción y distribución de libros de texto gratuito en sistema Braille, macrotipos, con textos audibles que complementen los conocimientos de las y los alumnos en situación de discapacidad.
Lo mismo debe existir en las bibliotecas y salas de lectura: equipos de cómputo con tecnología adaptada, escritura e impresión en sistema Braille, ampliadores y lectores de texto, espacios adecuados y demás innovaciones tecnológicas necesarias.
La Secretaría de Movilidad es la encargada de impulsar el derecho al libre desplazamiento, adoptando medidas efectivas que aseguren su movilidad personal con la mayor independencia posible, para lo cual es necesario instalar semáforos con señales acústicas, baquetas con sendas de huella táctil y placas en sistema Braille con el nombre de la calle o avenida a una altura accesible para el promedio de la población con discapacidad visual.
Los edificios públicos deben cumplir con los parámetros establecidos en la legislación, regulaciones y, o normas oficiales mexicanas vigentes, para asegurar la accesibilidad de las personas en situación de discapacidad, lo cual incluye la posibilidad de acceder y permanecer a cualquier lugar con sus animales de asistencia.
Las autoridades de los tres niveles deben eliminar las barreras arquitectónicas de la infraestructura vial, para brindar facilidad de desplazamiento; se debe fomentar que las nuevas construcciones y las modificaciones contemplen facilidades urbanísticas y arquitectónicas adecuadas.
Deben disfrutar y beneficiarse equitativamente de las actividades deportivas culturales y recreativas; se deben promover que los sitios turísticos cuenten con formatos accesibles; peritos especializados en las diferentes discapacidades, así como la emisión de documentos en sistema Braille, capacitación en el servicio público.
Considera que las necesidades siguen siendo muchas, sobre todo entender que la dignidad humana es la columna vertebral de los derechos y las personas ciegas son merecedoras de respeto.