Sin duda, la medicina ha logrado grandes avances en las última décadas, al grado de trasplantes de piel y hasta de extremidades se han realizado exitosamente, sin embargo, aún quedan algunas limitaciones cuando se trata de órganos como el cerebro, una parte de nosotros que, además de controlar a nuestro cuerpo, es el origen de pensamientos, emociones y nuestra esencia como seres humanos. Ante todo esto, ¿podríamos vivir sin la mitad de éste?
Recientemente, la revista científica Neuropsychologia publicó una investigación sobre una mujer que nación sin la mitad de su cerebro. Durante una revisión médica de rutina, la mujer descubrió que le faltaba el lóbulo temporal izquierdo; el cual está relacionado con la capacidad para entender lo que se nos dice.
Aunque pareciera que este tipo de casos debería suponer algún tipo de limitación, la paciente nunca había tenido dificultades para desarrollar sus habilidades pedagógicas, ni había experimentado alguna situación que le llevase a pensar que le faltaba un lóbulo, pues hasta ese momento había llevado una vida normal.
De acuerdo con el reportaje que llevó a cabo la revista WIRED, la mujer, quien se encuentra en sus 50 años, creció en Connecticut sin que su vida fuer afectada por esta condición. Ahora, tiene un título universitario, una impresionante carrera y habla ruso como segundo idioma. Descubrió que su cerebro era atípico en 1987, en el hospital universitario George Washington.
Según los médicos, debido a un infarto cerebral cuando la paciente era apenas una bebé, provocó que sólo se desarrollara la mitad de su cerebro, dejando sólo fluidos en el resto del cráneo.
De acuerdo con la investigación, la corteza frontal izquierda de la paciente puede soportar la cognición no lingüística, lo que llevó a los científicos a suponer que la pre existencia de áreas temporales del lenguaje parece ser un requisito para el surgimiento de las áreas frontales del lenguaje.
Esto se traduce en que, en la mayoría de los casos similares, las alteraciones sucedieron en las primeras etapas de la vida de los individuos, lo que facilitó que gracias a la plasticidad del cerebro, otras regiones puedan suplir las funciones dañadas. Sin embargo, cuando este tipo de lesiones ocurren en edades más avanzadas, el resultado podría ser grave.
Aún así, los especialistas descubrieron que, en el caso de esta paciente, su corteza frontal izquierda es perfectamente capaz de soportar funciones cognitivas de alto nivel, lo que confirmaron al pedirle que realizara tareas matemáticas mientras observaban cómo respondía su cerebro.
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Ante esto, llegaron a la conclusión de que, en ausencia de su lóbulo temporal izquierdo, la tarea de procesamiento del lenguaje parece haberse trasladado simplemente al hemisferio derecho. Un solo hemisferio parece ser suficiente para darle habilidades lingüísticas competentes.
Y, aunque sacar conclusiones por un solo caso puede parecer prematuro, en los últimos años ha habido un movimiento generalizado en la investigación de este tipo de situaciones, que puede ayudar a comprender la forma en que funciona el cerebro.
LP