No cabe duda que el universo no deja de sorprendernos, pues los descubrimientos astronómicos día a día revelan cosas que desconocíamos de nuestro mundo, y muchos de estos increíbles descubrimientos apuntan a que podríamos estar viviendo en una simulación, pues nuevas investigaciones apuntan a que el Universo funciona de forma similar a una computadora.
Un equipo internacional de expertos, dirigido por la Universidad de Nottingham, demostraron que solo se podría utilizar la gravedad cuántica y no la clásica para crear un determinado ingrediente clave que se necesita para la computación. Su investigación se publica en PRX Quantum.
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El doctor Richard Howl, que dirigió la investigación durante su tiempo en la Escuela de Matemáticas de la Universidad de Nottingham, dijo en un comunicado: "Durante más de cien años, los físicos han luchado para determinar cómo las dos teorías fundamentales de la ciencia, la teoría cuántica y la relatividad general, que describen respectivamente fenómenos microscópicos y macroscópicos, se unifican en una sola teoría general de la naturaleza".
Durante este tiempo, han ideado dos enfoques fundamentalmente contrastantes, llamados "gravedad cuántica" y "gravedad clásica". Sin embargo, una falta total de evidencia experimental significa que los físicos no saben qué enfoque toma realmente la teoría general, nuestra investigación proporciona un enfoque experimental para resolver esto".
La computación cuántica se asemeja a la gravedad
Esta nueva investigación, que es una colaboración entre expertos en computación cuántica, gravedad cuántica y experimentos cuánticos, encuentra una conexión inesperada entre los campos de la computación cuántica y la gravedad cuántica y la utiliza para proponer una forma de probar experimentalmente que existe una gravedad cuántica y no una gravedad clásica.
El experimento sugerido implicaría enfriar miles de millones de átomos en una trampa esférica del tamaño de un milímetro a temperaturas extremadamente bajas, de modo que entren en una nueva fase de la materia, llamada condensado de Bose-Einstein, y comiencen a comportarse como un solo átomo cuántico grande.
A continuación, se aplica un campo magnético a este "átomo" de modo que sólo sienta su propia atracción gravitacional. Con todo esto en su lugar, si el único átomo gravitante demuestra el ingrediente clave necesario para la computación cuántica, que curiosamente está asociado con la "probabilidad negativa", la naturaleza debe adoptar el enfoque de la gravedad cuántica.
El doctor Marios Christodoulou, de la Universidad de Hong Kong, que formó parte de la colaboración, agregó: "Esta investigación es particularmente emocionante ya que el experimento propuesto también conectaría con la idea más filosófica de que el universo se está comportando como una inmensa computadora cuántica que es calcularse a sí mismo, demostrando que las fluctuaciones cuánticas del espacio-tiempo son un vasto recurso natural para la computación cuántica".
lnb