Planetas de la Vía Lactea que orbitan estrellas similares al Sol podrían albergar vida puesto que tienen la capacidad de constituir el ciclo del carbono, un requisito esencial para ser habitables, según un estudio presentado por investigadores brasileños.
Para llegar a su conclusión, los científicos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe) y de la Universidad de Sao Paulo (USP) analizaron muestras de 53 estrellas similares al Sol, pero de distintas edades y tamaños, según explicaron los investigadores.
La luz emitida por esas estrellas fue analizada y dividida en distintos colores y longitudes de onda, que cambian de acuerdo con la absorción de los átomos y moléculas presentes en las estrellas. Así, fue posible identificar la concentración de distintos elementos químicos, de los cuales uno fue esencial para la conclusión de los científicos: el torio.
"El torio es un metal pesado muy radioactivo, o sea, emite partículas y energía al transformarse en elementos más leves. Ese proceso, llamado decadencia, se constituye en un depósito de energía para los planetas y es esencial para la formación de la vida", explicó el investigador André Milone, del Inpe.
Según Milone, cerca de mitad de la energía de la Tierra viene del torio y de otros elementos radioactivos, que comúnmente están presentes en el manto que se queda en el interior del planeta.
En este sentido, la investigación sugiere que existen condiciones geológicas favorables para el surgimiento y la manutención de la vida en planetas rocosos, que la vida podría estar esparcida por todo el disco de la Galaxia y haberse originado en cualquier época de su evolución.
"Como las estrellas y los planetas cercanos a ellas están formados por una nube con el mismo material, su contenido inicial es similar. Así, si la estrella tiene altos niveles de torio, la tendencia es que los planetas cercanos a ella también lo tengan", analizó el profesor de la USP, Jorge Meléndez.
La presencia de torio es importante para la formación de la vida porque la fuga del magma del interior de los planetas posibilita la emisión de carbono para la atmósfera, principalmente como gas carbónico (CO2).
De esa manera, considerando la energía interna, las estrellas observadas podrían tener planetas cercanos con potencial para la formación de la vida, evaluó el científico.
"Ese depósito de energía es uno de los requisitos para la formación de la vida, pero no es el único. Entre otras condiciones necesarias está una distancia correcta entre planeta y estrella, que permita la presencia de agua líquida en la superficie, la retención de la atmósfera por la propia gravedad, entre otros", dijo.
El estudio fue dividido entre la USP y el Inpe. El equipo del profesor Meléndez recogió los datos del Observatorio Europeo del Sur, ubicado en el desierto del Atacama, en Chile, e hizo un tratamiento inicial.
Ya en el Inpe, tanto Milone como el estudiante de doctorado Rafael Botelho realizaron la interpretación de los datos y la redacción del artículo científico, el cual fue divulgado en la publicación científica Monthly Notices of Royal Astronomical Society (MNRAS).
De acuerdo con los científicos, el estudio es un complemento de una investigación iniciada en 2015 en Estados Unidos, que contó con menos muestras y una menor diversificación, en la cual no era posible calcular el nivel de torio en las estrellas.
De las 53 estrellas evaluadas en la investigación, los científicos por el momento sólo han detectado dos planetas que orbitan a su alrededor.
El objetivo, según Botelho, es encontrar más planetas que orbiten estrellas y que puedan ser similares a los de la Tierra.
"Lo más emocionante es que parece que el torio también es abundante en estrellas solares viejas, lo que significa que disco de la galaxia puede estar repleto de vida, tanto en el espacio cuanto en el tiempo", explicó Botelho.
RL